viernes, 22 de febrero de 2013

Un repaso al cine del 2012. Parte III.



El circo de la Academia.
(Artículo que originalmente iba a ser publicado el 23 de Febrero de 2013 en Diario Siglo XXI)


Con los premios Oscar a la vuelta de la esquina, los BAFTA entregados hace unas semanas y, recientemente, los Goya usados para tapar las vergüenzas del cine español, uno llega a darse cuenta del peso que realmente tienen estos premios. Unos más que otros, por supuesto. Un apunte muy esclarecedor es el papel que juegan las grandes productoras en las nominaciones. ¿Cómo es posible que una película como ‘El lado bueno de las cosas’ (‘Silver Linings Playbook’) se haya presentado como un ciclón en los Globos de Oro, en los del Sindicato de Actores y haya recibido tan importantes nominaciones a los Oscar? La respuesta es muy sencilla, está detrás de ella la productora todopoderosa de los Weinstein. Si estos quieren vender una película, ¿qué mejor manera de hacerlo que sacándola en un escaparate como este? Como más adelante comentaré, la película no lo merece en absoluto. Pero lo mismo pasa con ‘Grupo 7’ en el contexto español. ¿Alguien se cree que es posible que una película protagonizada por Mario Casas pueda llevarse uno de los premios gordos? Si no estuviesen detrás tres televisiones comandadas por RTVE, dudo mucho que hubiese llegado tan lejos. Pero una cosa son las nominaciones, donde hay mucho amiguismo, y otra que los premios no sean justos, así que al final podrán encontrar mi quiniela personal para los Oscars. Empezamos:


De viajes en el tiempo y fallos de raccord.


Los fallos de continuidad o de raccord son aquellos que hacen que dos o más planos consecutivos de una misma secuencia tengan algún tipo de error de concordancia, algo muy frecuente cuando hablamos de viajes en el tiempo. Más aún si intentamos ver la coherencia a la historia a través de las leyes de la física presentadas en la propia película. No suelen ser consecuentes y, precisamente, eso es lo que les pasa a las dos películas de esta sección. Looper es un film que se va disolviendo según avanza la trama. Con un punto de partida muy prometedor, la llegada del personaje de Bruce Willis al pasado hace que la historia se tambalee, hasta tal punto que aquellos que intentaban realizar una verosimilitud espacio-temporal caen en la incoherencia forzando un final imposible. Ninguna de las interpretaciones es digna de elogio ni tampoco la puesta en escena. Hablamos de un film que prometía y que nunca llegó a cumplir mínimamente las expectativas. Mi nota, un 6/10.



El siguiente título es Men in Black III, un blockbuster sin pretensiones que presenta un capítulo más de la trilogía. Todo lo comentado en la película anterior es bien válido para esta, pero con una diferencia, ‘Men in Black III’ no engaña. Es un film cómico con dosis de acción y efectos especiales y, como tal, uno no puede ser tan riguroso como con aquellas obras que venden aire en circuitos más elevados. Cierto es que Will Smith nunca se encuentra con su yo al viajar al pasado en la escena final y que, pese a estar herido por el malo de turno (interpretado por el Conchord, Jemaine Clement), vuelve como una rosa saltándose las leyes de la física que en otros casos sí se habían seguido a rajatabla. Pese a ello, es un film entretenido, sin más. Mi nota, un 6/10.





Esclavismo como tema de fondo.


El esclavismo siempre ha sido un tema que le ha llamado la atención a Spielberg, quien en 1997 ya dirigió, bajo esta misma temática, ‘Amistad’. Pero también le apasionan los biopics u obras biográficas, como demostró en ‘La lista de Schindler’, las películas bélicas basadas en una historia real (‘Munich’, ‘Salvar al soldado Ryan’) o en obras literarias (‘Caballo de Batalla’ y, otra vez, ‘Munich’), pero sobre todo le gusta hacer películas largas y densas. Así que, una vez más, este famoso judío se embarca en un proyecto que tiene todos estos alicientes y que ha recibido 12 nominaciones a los Oscars, Lincoln. Este film, que trata los últimos meses de la vida de un héroe nacional como el presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln, es un producto seguro. Pese a que Daniel Day-Lewis hace un gran trabajo interpretativo al meterse en el papel del espigado político, casi cualquier actor que lo hubiese encarnado se llevaría una nominación segura. Es el típico producto que le encanta a la industria de Hollywood, a los partidos políticos y a la iglesia. Además, llega en plena conmemoración de los 150 años de la batalla de Gettysburg, por lo que se ha aprovechado el tirón de esta superproducción para saturar el mercado con la figura del carismático presidente (‘Abraham Lincoln: Vampire Hunter’, la burda copia de The Assylum, ‘Abraham Lincoln vs. Zombies’, y la TV-movie ‘Killing Lincoln’). El film exige conocer mínimamente la historia norteamericana y haberse tomado tres cafés bien cargados. El ritmo es mayormente lento aunque variable y el discurso político no deja respirar. Tal vez, su mayor problema sea la presentación de un Lincoln forzadamente entrañable que cuenta batallitas a modo de parábolas, con una inteligencia superior a la de cualquier mortal que le rodee y con una expresión conciliadora pero invariable. Spielberg se esfuerza por mostrar el contexto histórico con el que Abraham tuvo que lidiar para ensalzar la figura de un héroe perseguido, incomprendido y demasiado avanzado para su tiempo, haciendo a su personaje bastante edulcorado, en mi opinión. Con decisiones tanto afortunadas como otras que no lo son tanto, Steven acierta al no mostrar el asesinato de Lincoln. Mi nota, un 7.5/10.



La otra película que ha explotado el tema del esclavismo ha sido Django desencadenado, una película que inexplicablemente se ha llevado el BAFTA al mejor guión original. Tarantino sigue viviendo de la renta. Enlaza terriblemente mal media docena de diálogos brillantes y hace una historia larga, mal articulada y evidentemente incoherente. Está claro que no le interesa hacer un guión decente. ¿Para qué? Si le van a dar premios por su historial y por tener a los Weinstein a su espalda. Django es una película bastante pobre y bastante predecible, un cliché constante que no sigue las reglas que él mismo ha planteado. Agota. Engaña. Aburre. Últimamente, este señor hinchado no da una, no tiene suficiente con hacer películas de sangre fácil y violencia gratuita con un argumento trillado y mal estructurado, es que encima quiere alargarlo hasta el infinito. Ahora, prepara la tercera parte de ‘Kill Bill’. ¿No habían matado ya a Bill? Sea como fuere, esta película hace a ‘Malditos Bastardos’ un buen film. Mi nota, un 6/10.



De espionaje e infiltración.


Uno de las estatuillas menos discutidas es la que, probablemente, se lleve Adele por interpretar el tema central de Skyfall, y se lo merece. Esta nueva aventura del agente más famoso del servicio de inteligencia británico mejora, sin duda, el mal sabor de boca que dejó el tostón infumable de ‘Quantum of Solace’. La gran actuación de Javier Bardem interpretando a un ex agente rubio platino que hará las veces de antagonista de Bond, unida a la indestructibilidad y la chulería machista de éste, hace que uno se ponga en el bando del carismático villano. Precisamente, la inverosimilitud de algunas de las secuencias mostradas y del desarrollo argumental, y de un final de lo más patético visto en el cine de acción de gran presupuesto, hacen de ‘Skyfall’ una película ‘tan sólo’ entretenida. Mi nota, un 7/10.




El turno es ahora para una de los films más controvertidos el pasado año, La noche más oscura, que cuenta el seguimiento, incursión militar y asesinato de Osama Bin Laden por manos del servicio de inteligencia de los Estados Unidos de América. Recordando mucho a ‘Syriana’ y a la serie ‘Homeland’, Kathryn Bigelow vuelve a dirigir una película de corte militar, como ya lo hiciese con ‘En tierra hostil’. Esta pieza, bien estructurada y documentada, cuenta con grandes interpretaciones que, como era de esperar, no evitan la sensación de tedio por su elevada duración. En este caso, parece completamente gratuita, ya que hay momentos en los que las escenas se alargan mucho más de lo necesario. No obstante, una película recomendable. Mi nota, un 7/10.




Por último está Argo, una película sencilla y digerible de la que yo no me esperaba mucho por ser Ben Affleck quien la protagonizaba y dirigía. Me sorprendió agradablemente. No es extraño que, de los films que están nominados a los Oscar como ‘Mejor Película’, ésta suene con gran fuerza. Cierto es que no es espectacular ni memorable, pero este año, como anteriormente se comentaba, hay que conformarse con lo que hay, que es más bien poco. Basada en una historia real y en la novela del mismo nombre, todos los personajes se parecen mucho a sus originales menos Affleck, como no podía ser de otro modo, en un ejercicio de egocentrismo bastante inadecuado. La trama es sencilla, la embajada estadounidense en Irán ha sido tomada por un grupo rebelde, secundado por la mayoría de la población, que protesta contra la política de Estados Unidos de dar asilo a su antiguo dictador y genocida, el cual había sido alzado en el poder por los norteamericanos y derrocado por una revolución popular tras muchos años de barbarie. Seis trabajadores de la embajada logran escapar a la de sus aliados canadienses, el resto permanecen secuestrados en el edificio. Las semanas pasan y el conflicto se agrava, los controles se agudizan y el margen de acción del gobierno americano para sacar de allí a sus compatriotas es casi nulo. En pleno apogeo de las películas de ciencia ficción como ‘Star Wars’ y ‘Star Trek’, el experto en negociación encargado de la operación de salvamento, decide entrar en el país haciéndose pasar un productor en busca de localizaciones para una nueva película y, de este modo, conseguir sacar a los refugiados como miembros de su equipo. Mi nota, un 8/10.



El arco de transformación.


Cuando en narrativa hablamos del ‘arco de transformación de un personaje’ nos referimos al grado de modificación de la conducta de este y sus motivaciones desde el principio hasta el final de la obra. En esta sección, he elegido dos películas que tratan precisamente de eso, del cambio. En The Master, Joaquin Phoenix interpreta a Freddie Quell, un veterano de la marina que padece un desorden de estrés post-traumático que le provocan un comportamiento impredecible y una serie de alucinaciones. Esto, unido a la falta de tratamiento para su enfermedad y su afición a la bebida (y a preparar cócteles con cualquier cosa que se le ponga en frente) lo convierten en una bomba de relojería. Una noche, se cuela como polizón en un barco donde celebran una fiesta, lo que le llevará a conocer a Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman), el líder de una secta llamada ‘La Causa’. Desde ese momento, Lancaster trabajará con Freddie intentando cambiar su conducta a base de regresiones hipnóticas y ejercicios de coordinación. El punto fuerte de este film es, aparte de sus excelentes interpretaciones, el morbo que despierta el que esté basado en el origen de la Cienciología y en sus principales artífices (todos los personajes que giran en torno a ‘La Causa’ tienen su correspondencia en la realidad). Por lo demás, la película no tiene mucho que ofrecer. A veces confusa, otras aburrida, se podría decir que, en la escala de calidad de Paul Thomas Anderson, ‘The Master’ se situaría entre ‘Pozos de Ambición’ y ‘Magnolia’. Mi nota, un 7/10.



Flight, de Robert Zemekis, es, sobre todo, una película bastante prescindible. Su historia podía ser mínimamente interesante si se hubiese orientado de otra manera. Whip Whitaker (Denzel Washington), un piloto alcohólico de una aerolínea internacional salva a la mayoría de los pasajeros y la tripulación en un accidente aéreo con una serie de maniobras imposibles. El problema es que murieron 6 personas y él iba borracho. Parece una comedia, pero no lo es. En el hospital donde se recupera de sus heridas conoce a Nicole, una ex-fotógrafa adicta a las drogas y se van a vivir juntos. En serio, no es una comedia. La compañía lo protege, oculta pruebas en su contra y se erige como un héroe ante la opinión pública. Mientras avanza la investigación de las causas que provocaron el accidente, él sigue saboteándose a sí mismo una y otra vez con el alcohol en vistas, reuniones y dejándose ver en sitios públicos completamente ebrio, en contra de los consejos de sus abogados. De verdad, no es una comedia aunque lo parezca. Whip es un mentiroso patológico, divorciado y con una mala relación con su hijo. Pero Zemekis, en vez de utilizar el hecho de que pilotar ebrio de forma impulsiva podía haber forzado un fallo mecánico en el avión, nunca toca ese tema y permanece en el limbo, sin saber muy bien qué tema tratar, ¿la adicción, el accidente o la ética? Durante la investigación se encuentran dos botellas de vodka vacías, excusa para poner al protagonista en una encrucijada. Whip termina convirtiéndose en un héroe honesto y modélico para su hijo que, en la vista final del caso, admitiendo que estaba borracho al mando del avión, en vez de culpar a uno de los tripulantes fallecidos (su amante). Pero esa encrucijada es ficticia, nunca llega a existir. Zemekis fuerza la situación para que Denzel quede como un gran hombre. Robert, hubiera sido mejor haber hecho una comedia. Mi nota, un 6/10.



La película ligera se digiere mejor.


Las Sesiones es un film sencillo, entretenido y efectivo.  Un ejemplo de que a veces menos es más. Cuenta la historia de Mark O’Brien (John Hawkes), un periodista minusválido de 38 años de edad con un pulmón artificial que pretende perder su virginidad con la ayuda de un cura (William H. Macy) y una terapeuta sexual (Helen Hunt). Basado en un artículo que escribió el propio O’Brien, la situación dramática de partida es transformada en una comedia entrañable. Una lección de cómo lo trágico y lo cómico beben del mismo pozo. Mi nota, un 7.5/10.





Una película que no está en ninguna de las quinielas pero que se anunció mucho durante el verano en los Estados Unidos fue Buscando un amigo para el fin del mundo. Aprovechando el apogeo que estaban cogiendo aquellas noticias sobre la profecía mayas y el apocalipsis (realmente, estas decían que habría un cambio de ciclo, no una destrucción de la humanidad), sacaron esta película que nos pregunta desde un principio, ¿qué harías con tu vida si te dijeran que toda la humanidad va a morir con total seguridad en unas pocas semanas? Un asteroide colisionará con la tierra y todos los intentos por evitarlo han fracasado. Ahora sólo queda pasar el tiempo que queda como mejor elija cada uno. Y ahí nos encontramos a aquellos apáticos que viven ese tiempo como un día cualquiera, como el caso de Dodge (Steve Carell), que, abandonado por su mujer tras recibir la noticia de la futura colisión, sigue yendo al trabajo esquivando la conmoción general y el caos reinante. Otros, en cambio, viven esos últimos días aprovechando para realizar aquello que siempre quisieron hacer pero nunca se atrevieron. Los últimos, en cambio, se mueven por pasar los últimos minutos con aquellos que realmente les importan. Y eso es precisamente por lo que lucha Penny (Keira Knightley), por reunirse con sus padres en Londres. Ésta convencerá a Dodge para que deje atrás su monotonía y vaya a buscar a su amor de la juventud. Según avanza su viaje, estos dos personajes se darán cuenta de que lo único que les acabará importando es estar el uno con el otro. ‘Buscando un amigo para el fin del mundo’ es, en efecto, una película ligera, sin pretensiones y con bastantes clichés. Mi nota, un 7/10



En el otro extremo tenemos a una película pretenciosa y sobrevalorada. El lado bueno de las cosas no es ni original, ni está bien estructurada, ni tiene ‘tan buenas interpretaciones’ (el mejor, sin duda, Bradley Cooper).  Es una película ‘normalita’ que, de no haber movido hilos los todopoderosos Weinstein, hubiese pasado sin pena ni gloria. La trama gira en torno a Pat (Cooper), un hombre que acaba de salir de una institución psiquiátrica donde estaba internado para tratar su desorden bipolar. Con la esperanza de recuperar a su esposa, a la que encontró en la ducha con un compañero de trabajo al que, finalmente, dio una paliza, se pone en forma e intenta superar esos estados violentos. En una cena con unos amigos, conoce a Tiffany (una viuda que combatió el dolor de la pérdida a base de acostarse con todos sus compañeros de trabajo), la cual se interesa (inexplicablemente) por él y decide acosarlo. Ella convence a Pat para que la ayude a entrenarse para un certamen de baile y para que participe como su pareja, a cambio, ella le entregará una carta a la mujer de Pat, quien no puede acercarse a ella por una orden de alejamiento. Al final, el baile acaba sirviéndole a ambos de terapia llevándoles a enamorarse. Nada inesperado. Los puntos fuertes son la inclusión del número musical y el cambio de registro que sufre Cooper, sobresaliente en su interpretación. En cambio, sus grandes fallos de guión, la construcción gratuita de personajes excesivos (y alguno de ellos, prescindibles completamente), una Jennifer Lawrence que no cumple las expectativas (no es creíble y mucho menos merece un Oscar), un De Niro flojo, poco convincente y con exceso colirio, un gran número de gags manidos y situaciones forzadas nada naturales (por mucho que nos lo quieran vender), hacen que mi nota sea un 6/10.



Por último tenemos, Las ventajas de ser un marginado (‘The perks of being a wallflower’), dirigida por Stephen Chbosky, quien también escribió el guión y la novela. Chbosky, que debuta en el cine con esta obra, no ha sabido sintetizar el texto que el mismo escribió y convertirlo en una historia fluída, sino, más bien, en un relato denso, un bombardeo constante de información nueva e irrelevante y una indefinición en cuanto a lo que quería realmente contar. La novela y el cine son dos medios distintos, y si uno adapta y dirige su propia obra se corre el riesgo de no ser suficientemente valiente y objetivo. Para un autor todo es relevante, es comprensible, pero se hace pesada. Si a eso sumamos que utiliza recursos audiovisuales manidos que, en ocasiones, no funcionan, clichés dramáticos, y su intento desesperado por dar profundidad a los personajes de una manera inadecuada, hacen que esta ópera prima se quede en un ‘lo que pudo ser y nunca fue’. ¿Alguien se cree la diferencia de edad de los protagonistas? Demasiada inconsistencia. La película cuenta el primer año en el instituto de Charlie (un Logan Lerman que no me acaba de convencer), un chico de quince años con problemas mentales y de excesiva timidez cuyo único amigo se suicidó el año anterior. Allí conocerá a una pareja de hermanastros, Patrick (un fantástico Ezra Miller) y Sam (Emma Watson), que estudian en último año, y que se convertirán en sus amigos. Como no podía ser de otro modo, Charlie se enamora de Sam, cuya amistad hace que cada vez vaya abriéndose más a los demás y saque a la luz la razón de sus problemas emocionales. Lo mejor de esta película es, sin duda, la ambientación de principios de los noventa que nos trae vagamente un aire de nostalgia, la banda sonora y el musical que hacen los chavales del clásico ‘The Rocky Horror Picture Show’ (y un cameo de Tim Curry) y el valor de realizar este film con un presupuesto relativamente bajo, para lo que suelen ser esta clase de producciones (13 millones de dólares por los 21 de ‘El lado bueno de las cosas’). Mi nota, un 7/10.



La Marca España es un invento de Rajoy para ensalzar el patriotismo barato.


Este año nos han querido vender la idea de que nuestro cine está saludable y que gran cantidad de películas de calidad estaban en el mercado. En una gala de los Goya repleto de discursos reivindicativos, hay uno que destacó por encima del resto, el de Enrique González Macho. No fue precisamente por el contenido social y crítica política, como el de algunos compañeros y compañeras que se merecen mi más sincero aplauso y apoyo, sino que el presidente de la Academia se quejó con un discurso populista y demagógico bajo los lemas: ‘la cultura tiene que ser para todos/as’ y ‘otro cine es posible’, cuando su aperturismo brilla por su ausencia. El señor González-Macho es un hombre chapado a la antigua que quiere mantener la estructura tal y como estaba,  y que aquellos pocos privilegiados que vivían del cine lo sigan siendo. Valiéndose del descontento general existente por un presidente del gobierno deslegitimado en su cargo al incumplir su programa electoral (aquello por lo que fue elegido) y que nos está llevando a la ruina y despojando de derechos bajo el lema: “la culpa es de la herencia recibida”, lo que González-Macho busca es conseguir es el inmovilismo. Y eso no nos conviene en absoluto.

De pronto vimos como películas como Blancanieves fueron las grandes triunfadoras de los Goya y se las pone como ejemplos a seguir. Cierto es que se trata de una película relativamente arriesgada, pero que explota el éxito de ‘The Artist’ y de los estereotipos de la España de tortilla de patata, flamenco y pandereta. Una historia contextualizada en el mundo taurino, como si fuese algo de lo que pudiésemos estar orgullosos. Además, y como ya avanzaba antes, que una película que cuente con Mario Casas como protagonista (y pese a la presencia del siempre excelente Antonio de la Torre) esté nominada y fuese una de las 3 preseleccionadas pro nuestro país para competir en los Oscars, Grupo 7, no le da mucha credibilidad a nuestro cine. El Artista y la modelo, en cambio, es una película interesante que, hubiese pasado sin pena ni gloria de no haber estado dirigida y producida por Fernando Trueba. ¿Tenemos realmente talento en nuestro cine? Sí, lo hay. Pero muchas veces las mejores películas y profesionales no son aquellos más galardonados o promocionados.

Un ejemplo de ello es Lo imposible, una película sin pies ni cabeza articulada en forma de sketches de sangre y sufrimiento en una historia que se resume en una línea: los miembros de una familia estadounidense se separan tras sufrir un tsunami y, entre el caos general, intentan volver a reunirse. Punto y final. No es necesario apurar casi dos horas metiendo relleno y forzar situaciones  que no llevan a ninguna parte. Juan Antonio Bayona ganó el Goya al mejor director con esta película. Talento para la plasmar lo escrito en la pantalla tiene, eso es indudable, pero su falta de personalidad y sus carencias en la construcción de los discursos narrativos lo han llevado a que ninguno de sus largometrajes funcione. Este señor dijo en Twitter lo siguiente: “Madre mía! Si hiciera caso a los críticos que he leído hoy me perdería dos pelis estupendas! Flight y El Lado Bueno de las Cosas.” Viendo el desbarajuste de película que ha hecho, no me extraña que le encantasen estos dos despropósitos. Mi nota, un 5/10.


Depués tenemos ese cine que se anuncia como más independiente. Es el caso de Extraterrestre de Nacho Vigalondo de la que, sinceramente, no tengo absolutamente nada bueno que decir. Nada. Falla en todos los aspectos. Dos personajes excesivos que parece que estuvieran en ‘La hora Chanante’ (Cimas y Areces), y todos ellos, en general, cuyas motivaciones no corresponden a sus acciones. Situaciones forzadas, giros en el guión inverosímiles y gratuitos, resolución de los conflictos de manera arbitraria,… Es, sin duda, una pérdida de tiempo. La próxima vez me lo pensaré dos veces antes de ver una película del señor Vigalondo, al que, a pesar de todo, creo que es un profesional necesario y de gran talento. Mi nota, un 4/10.


… y para terminar…

Para terminar el artículo y, en vista de que los premios Oscars son este fin de semana, voy a lanzar una pequeña quiniela personal sobre algunas de las categorías.
*En cursiva aquellos nominados que creo que más se lo merecen y subrayados aquellos que creo que ganarán.

Nominadas Oscar 2013 a la Mejor película
Bestias del sur salvaje
El lado bueno de las cosas
La noche más oscura
Lincoln
Los miserables
La vida de Pi
Amor
Django desencadenado
Argo

Nominados Oscar 2013 a la Mejor actriz
Naomi Watts (Lo Imposible)
Jessica Chastain (La noche más oscura)
Emmanuelle Riva  (Amor)
Quvenzhané Lawrence (Beasts of the Southern Wild)
Jennifer Lawrence (Silver Linings Playbook)

Nominados Oscar 2013 al Mejor actor
Daniel Day Lewis (Lincoln)
Denzel Washington (Flight)
Hugh Jackman (Los Miserables)
Bradley Cooper (Silver Linings Playbook)
Joaquin Phoenix (The Master)

Nominados Oscar 2013 al Mejor director
Haneke (Amor)
Spielberg (Lincoln)
Russell (Silver Linings Playbook)
Benh Zeitlin (Bestias del sur salvaje)
Ang Lee (La vida de Pi)

Nominados Oscar 2013 al Mejor guión original
El vuelo
La noche más oscura
Django desencadenado
Amor
Moonrise Kingdom

Nominados Oscar 2013 a la Mejor guión adaptado
Argo
La vida de Pi
Lincoln
El lado bueno de las cosas
Bestias del sur salvaje

Nominados Oscar 2013 a la Mejor película de animación
Frankenweenie
Los piratas
Brave
Rompe Ralph
ParaNorman

Nominadas Oscar 2013 a la Actriz de reparto
Anne Hathaway (Los Miserables)
Sally Field (Lincoln)
Helen Hunt (Las sesiones)
Amy Adams (The Master)
Jacki Weaver (Silver Linings Playbook)

Nominados Oscar 2013 al Mejor actor de reparto
Robert de Niro  (El lado bueno de las cosas)
Christopher Waltz (Django Desencadenado)
Tommy Lee Jones (Lincoln)
Alan Arkin (Argo)
Philip Sheymour Hoffman (The Master)

Nominados Oscar 2013 a la Mejor canción original
Los miserables
La vida de Pi
Ted
Skyfall
Chasing Ice

Nominados Oscar 2013 a la Mejor película de habla no inglesa
No
Amor
Un asunto real
Kon Tiki
War Witch


¿Cuáles son vuestras favoritas?

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