jueves, 31 de enero de 2013

Un repaso al cine del 2012. Parte II.

(Artículo que iba a ser originalmente publicado en Diario Siglo XXI el pasado 23 de enero)


Al hilo del artículo anterior, seguiré con mi repaso al cine que nos ha dejado el pasado año desde un punto de vista personal. En esta ocasión, con 3 secciones donde hablaré de diez películas entre las que están, en mi opinión, las mejores de 2012. Precisamente, la historia de esas tres películas que he elegido como las más notorias, giran en torno a la juventud, de uno u otro modo. Estas brisas refrescantes, todas ellas de hora y media, hacen que vuelva a cuestionarme la utilidad de alargar el metraje hasta el aburrimiento. Si la semana pasada hablaba de lo que llamaba ’The Peter Jackson’s hysteria’ por la manía que han cogido en Hollywood de imitar a este director produciendo películas interminablemente largas, esta semana pasada anunciaron el complemento perfecto para poder soportarlas. Se trata de RunPee, una aplicación para el móvil que te avisa del mejor momento para ir al baño cuando estás viendo un film en el cine. Al creador se le ocurrió desarrollar algo así, como no podía ser de otro modo, viendo una película del lunático de Jackson, ‘King Kong’. Recomiendo a aquellos que tienen problemas de próstata, a los que beben mucho en los cines que vayan cuando les apriete, que Peter va tan lento que no habrá mucho que perderse.




Del cómic a la pantalla. Porqué hay vida más allá de los superhéroes

En los últimos años hemos vivido un empacho de adaptaciones de héroes con mayas luchando contra malvados sin corazón que destruían ciudades, mataban personas, se enfrentaban contra ejércitos y tenían una extraña obsesión por hacer enfrentamientos más propios del ‘Street Fighter’ que de la vida real. El 2012 ha seguido la misma estela. Con una diferencia, había muchas expectativas puestas en dos de esas películas de franquicia.




’Los Vengadores’ fue una película que Disney/Marvel llevaba tiempo madurando. Para preparar el terreno nos tuvimos que tragar ‘Thor’, ‘Capitan América: El primer Vengador’, ‘Hulk’ y las dos ‘Iron-Man’. Ahora llegaba el momento de la verdad, de hacer algo épico que diera pie a hacer más productos de franquicia cual churrero un domingo a las 7 de la mañana. Para ello, ficharon a un grande, Joss Whedon, que se había formado entre fantasía, épica y la comedia con series como ‘Buffy Cazavampiros’, ‘Ángel’, ‘Firefly’ y, sobre todo, la excelente ‘Dr. Horrible's Sing-Along Blog’. Contratar a un tipo que le encantan los musicales, que es un friki y que tiene mucho sentido del humor de la talla de Whedon me hizo pensar que era posible ver una buena película. Mis expectativas subieron exponencialmente. Es cierto que Joss no es conocido por sus argumentos bien hilvanados y coherentes. Tan sólo hay que ver cualquiera de sus mierdas de series, Firefly inclusive. Pero ‘Dr. Horrible’ es genial, hablaba de superhéroes y villanos en clave de humor y musical y, además, hay que reconocerle que sabe dotar a sus personajes del carisma suficiente para que sus proyectos funcionen.





Era una tarde lluviosa en el centro de Chicago y acababan de estrenar la película. Tenía que hacer tiempo para coger el tren, así que decidí ver la película en 3D en un cine cercano a la estación. Tal vez sea demasiado crítico al decir esto pero, en mi opinión, la película fue decepcionante. Aparte de dos ‘gags’ cómicos que todo el mundo recuerda, la historia se hace larga y no está bien articulada. Las motivaciones de los héroes para trabajar juntos son de risa. Tiene que morir un agente del SHIELD que ni Hulk o el Capitán América conocían para convencerlos de trabajar en equipo. Precisamente esa muerte. No otra, esa. Mal Joss, mal. Si te hubieses ahorrado el comienzo más propio de una película de acción de serie B de los 80 (y copiada en los 90 en films como ‘Mortal Kombat’ o ‘The Quest’) y de un videojuego de lucha, la convocatoria y búsqueda de los héroes, podrías haber dedicado más tiempo a trabajar el guión y hacer una relación entre personajes más sólida. Además, Samuel L. Jackson está más acartonado que Arnold en Terminator 3. Y parecía difícil. No obstante, se trata de un producto entretenido, altamente visual y que ha dado mucha rentabilidad a los promotores de la idea. Mi nota, un 7/10.





Pero había otro film esperado del mismo corte. En esta ocasión, de una franquicia que había ido de mal en peor hasta que un inglés cogió las riendas. Se trataba de Christopher Nolan y de la historia de Batman, que en 2012 nos dejó ’El caballero oscuro, la leyenda renace’. Sin tanta brillantez como en sus predecesoras, Nolan cierra el círculo de su trilogía de manera poco convincente. Relaciona sucesos y personajes forzadamente, soltando datos de manera indiscriminada en el momento menos adecuado. De este modo, consigue que ‘todo encaje’, pero como puede hacerlo la pieza de puzle equivocada si le das dos mamporros. Más que redondear un argumento es una violación. Christopher, te estaban diciendo que no, pero tú insististe. Con indicios burdos y sorpresas sacadas de  la manga no hacemos nada. Si a eso sumamos que el eje temporal se le va un poco de las manos, haciendo que haya hechos que no coincidan adecuadamente en el tiempo, y el ritmo, que se ralentiza y acelera caprichosamente, tenemos una pieza 2 girls, 1 cup, de ver una vez y no más. Pero Christopher, ¿no te diste cuenta que en las anteriores la ciudad casi es tomada por un puñado de villanos y, en esta, que hay un millar de ellos sueltos, acaban venciendo los buenos sin ayuda externa? Un poco inverosímil parece. Sólo un poco… Mi nota, un 6.5/10.


           
            

Otro título que dio que hablar fue ’The Amazing Spider-man’. Por supuesto, ese adjetivo no hace referencia a la película. Partiendo de que no hacía falta hacer un reboot de la franquicia cuando el cadáver de la anterior estaba todavía caliente, ésta, que si bien, está mejor orientada que las anteriores (con Wendy y el Dr. Connors), no me acaba de convencer. Tal vez tenga algo que ver ese empacho que comentaba antes, pero el argumento no se articula correctamente. Además, como variación de lo que decía Gasset, ‘una película es una película y sus circunstancias’ y, éstas, han jugado muy en contra suya. No era el momento. Si además, impregnas todo con heroísmo barato, sacrificios propios de telenovela venezolana de baja calidad y dotas de una oscuridad al protagonista completamente impostada, consigues que tu producto se eche a perder. Mi nota, un 6/10.


          



 Por último hablaré de la mejor adaptación de cómic que he visto durante el 2012. Se trata de ‘Rurôni Kenshin: Meiji kenkaku roman tan’, que ha brillado entre tanto superhéroe. Esta película japonesa concentra todo el espíritu de la serie animada y de los cómics, que en España se conocieron bajo el nombre de ‘El guerrero samurai’, y son combinados con los OVAS, que cuentan los orígenes del famoso asesino Battosai, para formar una pieza deliciosa. Si bien es cierto que Kenshin no se muestra tan torpe y entrañable como en los referentes, el director, Keishi Ohtomo, hace un trabajo brillante consiguiendo una ambientación adecuada para que las secuencias de acción, las cómicas, las violentas y las emotivas se enlacen de manera natural. Aunque el casting podía haber sido más acertado, el conjunto de la obra mantiene una calidad muy elevada. El cometido de conseguir una adaptación de una obra tan extensa era muy compleja, sobre todo por la gran cantidad de matices que existen en ella, por eso tiene mucho más mérito el resultado. Mi nota, un 8/10.





Cine de autor, ese gran desconocido



La primera de las obras que escogí para este apartado fue premiada en la última edición de Cannes y arrasó en Sitges. Se trata de ’Holy Motors’, la última perla del director francés Leos Carax, que ya me sorprendió precisamente en Sitges con su pieza de ‘Tokyo!’ y que, nuevamente, vuelve a utilizar al camaleónico Denis Lavant para dar vida a una serie de personajes extraños, entre los que no podía faltar Monsieur Merde, que ya conocíamos del mediometraje anteriormente mencionado. El impulsivo e imprevisible ‘Señor Mierda’ es tan sólo uno de los reclamos que Carax utiliza para contarnos la historia de Monsieur Oscar, un hombre que vive interpretando diferentes vidas, día tras día, cambiando de personaje según la agenda establecida. De mendigo a asesino, de monstruo a hombre de familia, en una limusina recorre Paris que utiliza como camerino y medio de locomoción para ir de un punto a otro. Monsieur Oscar es un hombre que no tiene vida propia, que vive todas las vidas y que no vive ninguna, que existe a través de los demás. Algo cada vez más frecuente en las grandes ciudades, en individuos sin personalidad, en personas que interpretan un estereotipo por no ser ellos mismos, donde todos podrían ser cualquiera. ¿Acaso no vivimos las vidas de aquellos personajes que aparecen en una película cuando la vemos o en una novela cuando la leemos? Holy Motors no es una película de sketches, es un conjunto de píldoras ácidas y de difícil digestión que nos lleva de viaje por unas situaciones excesivas e incoherentes entre sí, donde cualquier héroe puede convertirse mañana en villano, el rico en pobre y el vivo en muerto. Y al final, siempre al final, sentimos un gran vacío. Mi nota, un 8/10 .





Una de las nominadas a los Oscars de este año ha sido ’Amour’, del cineasta alemán Michael Haneke, que pone su sello en las obras manteniendo los planos y estableciendo un ritmo pausado. En esta ocasión, sigue con esa dinámica, haciendo que la historia lo cuenten los detalles, las situaciones triviales y anodinas, y el espacio. No es una película para todo el mundo. El tema que aborda es complejo, el amor y su significado. La trama se centra en una pareja de ancianos, donde ella, profesora de piano, sufre un ataque cerebral que la deja con la mitad del cuerpo paralizado. Su marido la cuida mientras ella se siente cada vez más inútil. La situación de ella empeora hasta el punto de pasarse el día en la cama llegando a la senilidad. El marido, que también tiene sus achaques, sufre la dependencia bilateral a diario. Ella ya no es su mujer, es un cuerpo donde una vez estuvo una persona maravillosa. Pero aferrarse a la idea de esa imagen del pasado es más fácil que admitir que ya se ha ido. Mi nota, un 7/10.




El cineasta estadounidense Wes Anderson y su obra ‘Moonrise Kingdom’ son los elegidos para cerrar este apartado. No en vano, es una de las mejores películas del año. Ambientado en la pequeña isla de New Penzance, situada en la costa de New England, nos traslada a los años sesenta, donde el pequeño huérfano Sam Shakusky, de doce años, que está asistiendo al campamento de verano de los ‘Khaki Scout’, se enamora de Suzy Bishop, una niña que vive con sus padres y tres hermanos menores en la isla. Ambos se escriben por carta durante un año y deciden fugarse juntos cuando Sam vuelva al campamento el siguiente verano. Una serie de personajes giran en torno a los jóvenes intentando poner freno a sus planes, mientras, Anderson, aprovecha las situaciones que se producen para jugar con el espectador en escenas dramáticas, emotivas y cómicas entre lo entrañable y lo ridículo, creando una atmósfera y una estética muy personal que haga que todo coexista en armonía. Las formas, los simbolismos, los colores, todo está milimétricamente dispuesto para hacernos disfrutar de los maravillosos mundos que Anderson crea. Mi nota, un 8.5/10.







Cine Independiente: cuando ‘Indie’ no es un mero adjetivo



El cine independiente es el que más alegrías me ha dado durante el año pasado. Aquí se engloban algunas de las mejores películas del 2012 que, curiosamente, son las que atesoran una menor duración.




Una de las sorpresas de los Oscars ha sido ’Beasts of the Southern Wild’, que ha conseguido 4 nominaciones en total: mejor película (con un presupuesto de menos de dos millones de dólares), mejor actriz (una niña de 9 años que actuó con 5), dirección (para Benh Zeitlin, que debuta en un largometraje) y guión adaptado (basado en la obra teatral ‘Juicy and Delicious’). En otras palabras, cuatro de las más importantes secciones, por lo que supone un éxito increíble para una obra de estas características. Sin entrar en el debate si es merecida o no la nominación a la pequeña Quvenzhané Wallis, sin ver la película uno se imagina que se han dado una de estas dos circunstancias: que las películas de 2012 han tenido que ser muy flojas o que es una obra maestra sin precedentes que ha conseguido llamar la atención de la crítica de algún modo. Bien, pues, efectivamente tiene algo de ambas partes, porque 2012 no ha sido un año memorable en la calidad de las piezas y debido a que ‘Beasts of the Southern Wild’ es una buena película. Cuenta la historia de Hushpuppy, una niña que vive en una comunidad instalada en un Delta, conocida como la bañera, que está en peligro de desaparición por verse inundada debido a las constantes crecidas del nivel de las aguas (por la desaparición de los casquetes polares y tormentas) y a cuyos integrantes la ‘civilización urbana’ pretende desalojar y llevar consigo a modo de rescate preventivo. Construida con pocos recursos, consigue mantener el interés del espectador y articular un discurso bien construido. Bien es cierto que tiene bastantes carencias, que la voz de la niña narrando es más propia de una lectura en voz alta que de una evocación y que la moraleja es algo que está latente desde el primer minuto, pero no debe desmerecer el resultado final. Zeitlin se las arregla para mostrarnos dos mundos opuestos sin posicionarse en su planteamiento, es la niña quien evidencia lo peor de ambos sistemas. Tiene una duración adecuada, 93 minutos, algo inusual para lo que nos están acostumbrando, y un reparto lleno de nombres desconocidos. Mi nota, un 8/10.






Seguidamente, hablaré de otra de las mejores películas del año, 'Detachment’(‘El Profesor’). Producida en 2011, llega a nuestro país, como no puede ser de otra manera, con retraso. El cine independiente, desgraciadamente, muchas veces lleva esa cruz. Este film, es un brillante drama que nos ofrece una necesaria reflexión sobre la educación y la importancia de la infancia en el desarrollo humano. Adrian Brody interpreta a Henry Barthes, un profesor sustituto de escuela secundaria que se pasa la vida de un lado a otro sin destino fijo. Huérfano y con un abuelo moribundo, ve como los jóvenes desperdician su vida día a día, ante la mirada viciada de familiares y profesores. Henry se encontrará con Erica, una menor que se prostituye por dinero para sobrevivir, y decide acogerla en su casa para intentar salvarla de esa vida. Pronto descubrirá que con ese acto está salvando también la suya. Además de las excelentes interpretaciones de Brody y, de la joven, Sami Gayle, ‘Detachment’ le ofrece al espectador una experiencia claustrofóbica donde el espectador sentirá la impotencia de esos profesores que no pueden ayudar a sus alumnos, que se sienten agobiados por sus padres y coartados por las leyes, a quienes no amparan frente a humillaciones, agresiones e intimidaciones. Decía Roland Barthes que todo texto es un palimpsesto, que toda creación debe su originalidad a aquellas en las que se basa. ¿Estamos condenados a repetir los errores que cometieron nuestros padres con nosotros? Como dice Henry, muchos padres tienen hijos y pretenden que los demás cuiden de ellos, que los eduquen, como si eso fuese un derecho en vez de su responsabilidad. Debería de haber algún tipo de test para ser padre, al igual que lo hay para sacarse el carné de conducir. Mi nota, un 8.5/10.




Por último, la película que más me ha emocionado durante el 2012 que, curiosamente, fue estrenada en España el mismo día que ‘Detachment’, el 31 de octubre, y que, al igual que ésta, no fue producida el año pasado. Esta vez tuvimos que esperar dos años, dos largos años para poder disfrutar de la joya que significó el debut de Richard Ayoade como director, ’Submarine’. Basada en la novela original del mismo nombre y escrita por Joe Dunthorne, que muestra a unos personajes bastante diferentes y a un protagonista, Oliver Tate, más bravucón que incomprendido, Ayoade hace suyo el texto mejorándolo en una adaptación realmente brillante. En la dirección no se muestra menos magistral, recordándonos a Wes Anderson en muchos momentos de la trama. Ésta cuenta la historia de Oliver Tate, un chaval de quince años que vive en Swansea y que tiene dos objetivos a corto plazo. El primero, perder la virginidad antes de su próximo cumpleaños. El segundo, evitar que su madre se acueste con un antiguo novio y que, a consecuencia de ello, sus padres se separen. Oliver es un chaval analítico, gran lector de libros y diccionarios (elige de éste una palabra a diario) y muy observador. Está enamorado de Jordana Evans, la cual está obsesionada con prenderle fuego a todo. Por otro lado, sus padres piensan que tiene algún tipo de trastorno psicológico y que es homosexual. Con un padre depresivo inmerso en un trabajo para el que está sobrecualificado y una madre con un oficio monótono, Oliver controla cuando hacen el amor gracias al regulador de luz. ‘Submarine’ nos traslada a finales de los 80/ principios de los años 90, con las cintas VHS y las cintas de cassette, a aquella época en la que teníamos 15 años y en la que teníamos menos responsabilidades y preocupaciones. Una mirada inteligente e imprescindible acerca de la familia, la adolescencia y a como aquellas cosas que eran importantes para nosotros entonces, siguen teniendo un especial espacio en nuestros corazones. Mi nota, un 9/10.




La próxima semana podrán leer la conclusión de este artículo en tres partes, con más películas comentadas, buena parte de ellas con nominaciones a los Oscar y de reciente o próximo estreno. Stay tunned!

To be continued…

jueves, 24 de enero de 2013

Un repaso al cine del 2012. Parte I.



(Artículo que iba a ser originalmente publicado en Diario Siglo XXI el 15 de enero)



     El 2012, en lo que a producción cinematográfica se refiere, podría resumirse en una sola pregunta: ¿qué ha sido de esas digeribles películas de hora y media? Recuerdo  cuando era un adolescente que, una vez por semana, iba al videoclub y, como mis padres tan sólo me dejaban alquilar una película, revisaba el metraje de todo los VHS que allí tenían para llevarme una cinta que tuviese sustancia pero que, sobre todo, fuese larga. Entonces, existía la creencia de que los films más profundos (cine de autor y grandes historias) y de más calidad eran los que más duraban. Era extraño encontrar películas de más de 90 minutos y las de 100 ya se consideraban largas. En aquella época, el principio de economía era el que más primaba. Los exhibidores pedían productos de menos de hora y media para poder hacer más sesiones al día y ganar más dinero. Pero todo eso ya se acabó. Hemos entrado en, lo que yo llamo: ‘The Peter Jackson’s Hysteria’.    


Peter Jackson, the director of the Lord of the Rings trilogy turns 50.
Este hombre ha hecho mucha mierda.

     A finales del siglo XVII, en los condados de Essex, Suffolk y Middlesex en el estado de Massachusetts (Estados Unidos), tuvo lugar uno de los hechos más irracionales y difícilmente comprensibles de la historia de occidente. Lo que se conoció como ‘La caza de brujas’ y que dio lugar a los ‘Juicios de Salem’, sucedieron fundamentalmente por un proceso contagioso de histeria egocéntrica y emulación interesada, donde los principales responsables fueron tanto los que desencadenaron la ‘tendencia’ de que estar ‘embrujada’ te hacía diferente y que acusaban gratuitamente al prójimo, como de aquellos  que proporcionaron y mantuvieron ese contexto de rigidez religiosa tan excesivamente puritana.  Ese proceso contagioso tan absurdo se ha dado del mismo modo en el cine, donde el modelo rígido de duración parece haber cambiado. Aquellas series españolas de capítulos de 90 minutos hacían presagiar lo peor. Era normal encontrarnos a Chechu, por ejemplo, en ‘Médico de Familia’, participando en diálogos triviales para rellenar espacio y cumplir esos pre-requisitos que existían en la tradición televisiva española. Primaba el formato sobre la historia. En 2012, tenemos un listado numerosísimo de films de gran duración: ‘Django Unchained’ (2 horas y 45 minutos), ‘Cloud Atlas’ (2 horas y 52 minutos), ‘Les Misérables’ (2 horas y 37 minutos), ‘Lincoln’ (2 horas y 29 minutos), ‘Skyfall’ (2 horas y 23 minutos), ‘La noche más oscura’ (2 horas y 37 minutos), ‘Los Vengadores’ (2 horas y 23 minutos),… Aquellos films que duran entre 90 y 100 minutos son una minoría y están en peligro de extinción, aunque siempre nos quedará el cine independiente.





     El gran cambio de paradigma tuvo lugar, sobre todo, con la consagración de Peter Jackson como director. Un hombre que ha hecho tanto daño como bien al cine. El éxito de ‘El Señor de los Anillos’ y de su kilométrica trilogía dio buena cuenta de que el espectador era capaz de aguantar tres horas de película y que, no teniendo bastante, era capaz de compara ediciones extendidas en DVD, como si hubiese algo más de la historia que descubrirles. En ese caso específico tenía bastante sentido, los tres libros son un material extenso para la adaptación en una sola pieza y, con buen criterio, decidieron hacer un libro por película. Pero Peter, que hasta entonces no había hecho una sola película que llegase a las dos horas, perdió la cabeza. Pensando que ‘menos no es más’, dio rienda suelta a su complejo de Dios para hacer un remake de más de tres horas de King Kong, hacer un drama soso y aburrido como ‘The Lovely Bones’ en 135 minutos y, finalmente, realizar una adaptación de una novela corta (menos de 300 páginas) en 3 películas de cerca de tres horas. ¿Está chiflado? La respuesta es contundente: sí, lo está.

Peter desayunando.

     Pero de ‘El Hobbit: un viaje inesperado’ hablaremos más adelante, donde, además, continuaremos con la descabellada idea de su duración. A continuación, y aunque un poco tarde, me voy a sumar al repaso del cine del pasado año aprovechando el periodo de premios y nominaciones en el que actualmente nos encontramos. Esta revisión ha de entenderse como un punto de vista personal en el que muchos films se quedarán en el tintero, ya sea porque no he tenido la oportunidad de  visionarlos, debido a que ya han sido comentados en esta sección, por falta de espacio o debido a que así lo he creído conveniente. Para hacer más digerible el artículo lo he estructurado por partes, puesto que un año de cinematografía da para mucho, y he limitado el número de títulos por sección a un máximo de cuatro. Del mismo modo, valoraré numéricamente algunos de esos films que irán presentados a través de secciones. Ya avanzo que, el 2012, ha sido un año en la que no sentí un gran entusiasmo por lo que se ha producido, lo que quedará patente en mi crítica.

2012: Una odisea de adaptaciones.

     El año pasado ha sido muy prolífico en adaptaciones en Hollywood y eso es debido a una sola cosa, la falta de ideas. Las adaptaciones han sido siempre un producto más común de lo que pensamos en la industria estadounidense, pero este año han batido records. Hay muy pocos guiones originales que hayan visto que su versión fílmica valiese la pena o tuviese suficiente relevancia. Y, precisamente, porque ha habido muchas adaptaciones de renombre hace que mi decepción sea mayor al ver el resultado.


     Empezaré por ‘Cloud Atlas’ (‘El atlas de las nubes’), una película que se proyectará en España el mes que viene y que fue estrenada en Estados Unidos el octubre pasado. Los hermanos Wachowski, junto con Tom Tykwer, son los encargados de adaptar esta sobresaliente novela coral de original estructura narrativa y, una vez más, demuestran que han sido sobrevalorados. Su inutilidad a la hora de articular un discurso narrativo fluido y coherente, y en la creación y desarrollo de los personajes y sus motivaciones, hacen de esta película un completo despropósito. Con mucho, la película que me ha defraudado más del año pasado. Incluso aquellos que se hayan leído la novela estarán desorientados para entender el porqué de las cosas que ocurren. Los mecanismos narrativos puramente causales son articulados de manera forzada y, en ocasiones, de manera arbitraria. La decisión de repetir actores en varios papeles para dar a entender una especie de re-encarnación o un vínculo entre personajes, que no está presente en el texto original, es completamente errónea y crea aún más desconcierto. Que actores británicos se travistan y disfracen de personajes asiáticos y viceversa, los negros de blancos, que cambien de sexo… sólo hace que no llegues a entrar nunca en la película (¿habrá sido idea de Lana?). Aquellos, en cambio, que no tengan el referente del libro, sufrirán para terminar las casi tres horas de película y no se enterarán de mucho. Un segundo, tercero o cuarto visionado no mejorará las cosas. No se equivoquen, de donde no hay no se puede sacar. Los Wachowski tenían un filón para hacer una película que podría haber sido una obra maestra, pero, en vez de eso, han realizado el mayor fiasco del año. ¿Alguien se preguntaba por qué el film no había sido nominado a ninguna estatuilla? Está claro, lo mejor de la película de ‘Cloud Atlas’ es el tráiler. Mi nota, un 3.5/10.



 ‘El Hobbit: un viaje inesperado’ es otro ejemplo de adaptación poco acertada. La novela es fácil de leer, contada sin complicaciones, directa y muy adictiva. Probablemente, lo mejor que ha escrito Tolkien, estilísticamente hablando. Cuando anunciaron que Guillermo del Toro sería el encargado de dirigirla, respiré con alivio. Desgraciadamente, los problemas económicos de la Metro-Goldwyn-Mayer no hacían augurar nada bueno y, como me temía, empezaron a llegar las malas noticias. Del Toro se desvinculaba del proyecto por los continuos retrasos y tomaba el mando el demente de Jackson que, en un principio, sólo iba a participar en la escritura del guión y en su producción. Se anunció entonces que ‘El Hobbit’ no podía ser adaptado en una sola película y que se realizaría en dos. Allá por el verano, llegó la desfachatez final. En un intento de justificar la decisión de que no fuesen dos, sino tres, las películas que harían falta para contar la historia de Bilbo Bolsón, los enanos y el dragón Smaug, Peter afirmó que, el motivo de tal medida, era a debido a que le daba pena tirar todo ese metraje sobrante, que no era tiempo suficiente. Vamos, que no tuvo suficiente en con grabar varias horas de metraje de Arwen cabalgando para 30 segundos de secuencia en la primera trilogía, ¿esta vez pensó en hacer una película de tres horas tan sólo con 13 enanos, un mago y un hobbit caminando?. Todos sabemos que las razones fueron puramente económicas. Querían saquear el bolsillo del espectador cual orco de la montaña cuando ve a un grupo de granjeros viajando por una ladera. MGM necesitaba dinero y vio su oportunidad de hacer franquicia. Jackson, por supuesto, estuvo encantado. Para vender la película, incluso, llegó a decir que era su “trabajo más íntimo”. ¿Más íntimo, Peter? ¿De verdad? ¿Más íntimo? Con un enfado más que considerable me negué a ver la película en su estreno. Finalmente, accedí a visionarla para poder escribir este artículo. Lo que me encontré era lo que me temía: una chapuza. En su intento por hacer un nuevo ‘El señor de los anillos’ y de producir metraje, no sólo se inventan partes de la historia, sino que también lo hacen con personajes y meten con calzador cameos de aquellos que ya conocíamos de la trilogía anterior. Con un ritmo lento hasta decir basta, la película aburre. Su búsqueda de complejidad gratuita obedece a los dos grandes problemas del film: justificar una tercera parte y el egocentrismo de su director. Mi nota, un 6/10.


  
     ‘Los miserables’ es una novela de corte político y marcado carácter religioso escrita por Victor Hugo que ha sido adaptada en multitud de ocasiones. En este caso, Tom Hooper (‘El discurso del rey’, ‘John Adams’) se encarga de llevar a la gran pantalla el musical que Alain Boublil y Claude-Michel Schönberg compusieron en torno a la obra. En el film, nos encontramos a unos brillantes Hugh Jackman y Anne Hathaway que se convierten en la mayor fortaleza de la película. Además, la buena mano del director hace potenciar el dramatismo y estética de ciertas escenas musicales. “I dreamed a dream” es presentado, acertadamente, en un plano secuencia, manteniéndonos a Hathaway en un primer plano. Recurso que también utiliza en el tema “On my own”, con Samantha Barks, que ya interpretó a Eponine en el teatro y que repite papel en la película (se lo iban a dar a Taylor Swift) magistralmente. Afortunadamente, prevaleció la interpretación dramática sobre la musical a la hora de elegir el reparto. De otro modo, hubiera sido difícil conseguir emocionar al espectador en el desenlace. Por el contrario, que las canciones estén dobladas (por los mismos actores) y no sincronizadas con el movimiento labial no ayuda nada al conjunto de la obra. Durante el 99% de la película los personajes están cantando y el problema se agudiza pasada la primera hora de metraje. Esta circunstancia nos condena a no llegar a sumergirnos por completo en aquello que se nos está contando. A pesar del  buen trabajo de Hooper, el film se hace algo largo por momentos y, debido al inconveniente con las canciones anteriormente comentado, el tedio se incrementa. No obstante, es un film notable. Mi nota, un 7/10.



Por último, La vida de Pi, cuya adaptación es bastante fiel a la novela (aunque se han inventado lo de aquella chica que el protagonista conoce al principio). Una película muy visual que cuenta, a modo de metáfora de lo que realmente acontece, como Pi sobrevive a un naufragio cuando viajaba con su familia hacia el continente americano. Mi nota, un 7/10.





     El 2012 también ha sido un año de superhéroes y otras adaptaciones del cómic que bien podrían formar parte de esta sección. Pero, por ser casos especialmente numerosos, hablaré de ellos en la siguiente entrega. Stay tunned!

To be continued…

lunes, 14 de enero de 2013

El mayordomo, en el jardín, con una pistola.




     Toda novela de misterio se resume en este título que, como no podía ser de otro modo, responde a las principales preguntas que tiene que esclarecer el detective a la hora de resolver un crimen: quién, dónde y cómo. Lo que van a leer a continuación está basado en hechos reales. Así que, como hemos empezado de forma novelesca, sigamos con un tipo de narrativa oral más campechana:

     "Estaba yo revisando las visitas del blog, cuando me dió por mirar, en las estadísticas, cómo llega la gente a entrar en él. Cuál fue mi sorpresa cuando me encuentro con esto:"



      "Rápidamente, me puse en contacto con mi psicólogo, el Dr. Fleish, que tras reírse lo suyo, le dio por investigar en internet si en el buscador de Google "cómo masajear un pene" salía el blog." 

     Los asiduos al blog, sabrán que escribí un artículo sobre Douglas Merritte, más conocido como 'Pequeño Albert', y en el que mencionaba el producto 'Dermovagisil' (TM) al hablar de la caída libre que había sufrido Jean-Claude Van Damme en su carrera. Y, de este modo tan sutil, aprovecho para vincular post antiguos. En cambio, el hecho de relacionar "masajear un pene" con el blog era un poco inquietante. No recuerdo haber escrito nada al respecto...

     "Tras su búsqueda, mi psicólogo pudo comprobar que, efectivamente, el blog no aparecía entre las primeras páginas, lo que no desvelaba el misterio. Pero, como pasa en las mejores novelas policiacas, los giros argumentales y el libre albedrío hacen acto de presencia en el momento menos esperado. Días atrás, comentábamos una noticia, ya antigua, que podrán leer a continuación:"




     - "¡Cómo para fiarse de la familia!" - dijimos.


     "El Dr. Fleish me mandó un titular que sí aparecía entre los primeros lugares de la búsqueda y nos quedamos completamente sin palabras. Lo que me envió fue lo siguiente:"



     "Masajear los pies.... a la madre.... con el pene... Hay tiene sus tres respuestas, a la que se añade el delito en cuestión, la respuesta al 'qué'." 

     Previamente habíamos comentado un artículo, también mostrado entre los resultados del navegador, sobre un chaval que recibe un masaje de su tía y se acaba acostando con ella, del cual, comentamos, fundamentalmente, la cantidad de errores gramáticos y ortográficos que el autor (del crimen, que no es otro que su mala praxis escribiendo) comete a la hora de relatar la historia. Esto de acostarse con los parientes llevan haciéndolo los Borbones toda la vida, pero lo de masajear los pies de tu madre con el pene me dejó desconcertado.

     "Lo que acabó por poner la puntilla es el (ortográficamente correcto) texto introductorio tras el titular: 'Esto comenzó hace unos meses ya, cuando mi mamá me pidió que la hiciera unos masajes en sus pies. Siempre se los dí, pero descubrí que esto podía ir a más'. ¿Ir a más? ¿Ir a más?. 'Lo único que puede ir a más cuando le das un masaje a tu madre en los pies son los hongos que pueda pegarte en el intento', argumenté."

     Lo que está claro es que Google tiene un extraño sentido del humor. 

     

jueves, 10 de enero de 2013

Pitof


     Llevo cerca de dos años con este post, pero eso no debería de parecer algo extraño con la cantidad de borradores empezados que tengo de otros tantos. Pero he elegido continuar este porque, figúrense, podría ser uno de los pocos artículos escrito sobre este sórdido titiritero, Jean Christophe Comar, más conocido por todo el mundo como Pitof. ¿A quién no le llamaría la atención alguien con ese nombre? No es como el caso de Bill Condon (conocido por dirigir vampiros adolescentes recientemente  y no tirarse a Kristen Stewart en un rodaje), al que jodieron desde pequeño por no haber usado el apellido materno. ¡Es que Pitof eligió llamarse Pitof! Por supuesto, al pensar en su decisión nos pueden venir a la mente multitud de casos de actores y directores que se han cambiado el nombre artístico para dedicarse al porno. Todos ellos pensaban que sería algo temporal y  preferían no empañar el verdadero. Sin desviarnos del tema, efectivamente, Pitof trabajó en la industria pornográfica en diferentes puestos. Incluso, llego a debutar como actor en uno de los títulos, ‘Gozar’, allá por el año 78. Él tenía 21 años y, por aquel entonces en Francia, muchas pequeñas productoras se animaron a producir cine para adultos gracias al éxito que tuvo Emmanuelle. Algo que, desgraciadamente, no vino acompañado de calidad del producto. Pitof continuó su carrera en dos decenas de películas más e, incluso, llegando a ser co-guionista del film “Attention Fillettes!...” y “Bourgeoise et… pute!” en 1982. Títulos muy sugerentes, ¿verdad?


'Attention fillettes...!' fue la primera
película de Rocco Siffredi
     Sus primeros pasos como director los dio en 1981, siendo asistente de director en la película X ‘Journal intime d’une jeune fille en chaleur’. Continuó formándose en ‘Les Clientes’, ‘Fantasmes très spéciaux’, ‘Crazy Girls’,… y hasta 7 títulos más. Todo ello entre 1981 y 1983. Hasta entonces había usado abreviaturas de su nombre y algún que otro pseudónimo (como Johan Pitofsky). A  partir de ese momento, este parisino, desaparece del mapa.

     Pitof, que hasta hace bien poco no tenía ni fotos en IMDb, desapareció durante la década de los 80. Según parece, le dio por dedicarse a los efectos especiales, algo de lo que carecían los proyectos a los que se había dedicado hasta el momento. Según ha declarado, estuvo como supervisor del área en proyectos musicales para Prince, Madonna o Boy George. Permítanme que dude parcialmente de ello. Sus trabajos musicales conocidos pertenecen a los 90. Reapareció en 1991 como director de efectos visuales digitales en ‘Delicatessen’, vamos, por la puerta grande. A partir de entonces, fue supervisor de esa área en importantes y conocidos films del cine francés: “Los visitantes” (1993), “La ciudad de los niños perdidos” (1995), “Alien Resurrección” (estadounidense, pero con equipo técnico y artístico visiblemente francés, 1997), “Asterix y Obelix contra César” (1999), “Juana de Arco de Luc Besson” (1999),… En otras palabras, que Dominique Pignon, Marc Caro y Jean-Pierre Jeunet se convirtieron en sus principales valedores. ¿Qué pasó en esa década de los 80 para que tuviese un resurgir tan explosivo?

Con Depardieu repetiría en Vidocq... ¿o deberíamos decir 'Vinocq'?

     En 2001 se estrenó como director con “Vidocq”, mostrando también esas dotes de guionista que ya desarrolló a principios de los 80. En esta ocasión, se encargó de adaptar la conocida autobiografía de François-Eugène Vidocq, un famoso detective parisino del siglo XIX. Con el borracho antipatriota de Depardieu a la cabeza del reparto, contó con Inés Sastre, que venía de su cuya cima actoral el más grande truño de Christopher Lambert (sólo comparable con ‘Beowulf, la leyenda’), ‘Druidas’. La película, que costó 23 millones de euros, se estrenó por todo el mundo, siendo número uno en Francia, pero sin llegar a recuperar la inversión inicial. Pero eso no hizo a Pitof tirar la toalla.

A Inés se le puso la cara torcida al ver como
Pitof volvía a los viejos hábitos de su juventud.

     Su salto a Hollywood tuvo lugar 4 años después, ganando su primer premio en este país, el Razzie Award a la peor película del año, con ‘Catwoman’. Una película pretenciosa, de gran presupuesto (unos 100 millones de dólares) y con un reparto oscarizado que se estrelló en crítica y defraudó en taquilla, no logrando recuperar la inversión. Si alguien no ha visto esta película, si no quiere perder el tiempo, que no lo intente. Hay películas cutres con las que te ríes por ser despropósitos. En esta, en concreto, sólo sirve para echar una buena siesta. Otro intento fallido de DC.

Pitof esperando a que Halle Berry se de la vuelta.

      Esto no detuvo a Pitof, que se enorgullece de afirmar que en 2005 le contrataron para dirigir “Animal”, una insulsa película para vídeo que hubiese significado su continuidad en el mercado estadounidense. Finalmente, no llegó a cuajar el acuerdo y decidió montar su propia compañía de efectos visuales, ‘Pitof Digital Studio’ con sede en Los Ángeles y en Pekín. También colaborando con la empresa ‘Rhythm & Hues”, que recientemente se ha encargado de los efectos digitales de ‘La Vida de Pi’. No obstante, las producciones en las que participó el francés no llegaron a tener tanto renombre, trabajando en proyectos menores desde entonces. En  2008 dirigió ‘Fire & Ice’, una épica TV-movie rumana de bajo presupuesto que pretendía aprovechar el tirón de ‘El Señor de los Anillos’. Otro ‘fail’ para Pitof, que, ni corto ni perezoso, aceptó dirigir ‘Empires of Deep’, aunque finalmente sería dirigida por Michael French (también acostumbrado a hacer mierdas). Aún me sigo preguntando qué le ofrecerían a Olga Kurylenko para participar en tremenda bazofia… mucho dinero. Una cosa es que hagas una película para The Assylum de bajo coste y que va a ser cutre por naturaleza. Otra, muy diferente, es que chinos y yankees se asocien para hacer un largometraje que bien podría haber sido de la productora anteriormente mencionada pero con, ojo al dato, 130 millones de dólares de presupuesto. 130 millones, oiga. 

Reparto de 'Empires of Deep'. Juzguen ustedes mismos.

     La historia es sencilla y muy parecida a la de ‘Manos: Hands of Fate’. Un multimillonario chino, en este caso, que quiere llevar a cabo un guión que ha escrito para hacer realidad su paja mental: una guerra entre criaturas marinas entre las que está la reina de las sirenas, Olga Kurylenko (personaje que iba a ser interpretado inicialmente por Monica Belluci). Para ello contrata a varios guionistas para que pulan su idea, a golpe de talonario, y dedica 3 años para su producción. Un desastre anunciado del que, en esta ocasión, Pitof no será el responsable.