jueves, 23 de diciembre de 2010

La luz del fin del mundo

La luz del fin del mundo
(Publicado el sábado 18 de diciembre de 2010)


En navidad muchas llamas se encienden (tan sólo tenemos que mirar la cartelera de esta semana para ver la tremenda variedad existente) y otras se apagan. No soy muy dado a las necrológicas. Cuando murió Leslie Nielsen ni siquiera hice un comentario en el artículo para no desvirtuarlo. Cuando se nos fue Tony Curtis, le hice un homenaje viendo una antigua película suya y un ensayo crítico sobre la misma que he guardado para la posteridad (pese a ser la imagen de cabecera de mi blog). Otros tantos se han ido este año: Luís García Berlanga, Dennis Hopper, Peter Graves,… Y esta semana ha sido Blake Edwards, famoso por lanzar a la fama a Peter Sellers y dirigir clásicos como ‘Desayuno con diamantes’ (‘Breakfast at Tiffany’s), cuya co-protagonista, Patricia Neal, también ha fallecido este año. Ni el director ni los protagonistas de esa cinta siguen con vida. Será que el tiempo no pasa en balde. Descansen en paz todos ellos.




La vida, entonces, hay que aprovecharla. Menos mal que el gobierno inglés ha dejado en libertad bajo fianza a Julian Assange, desestimando los recursos provenientes de Suecia. En las últimas semanas muchas muestras de apoyo y otras tantas opiniones en contra han rodeado al ‘líder’ de Wikileaks. Tanto que se empezó a levantar una cortina de humo por parte de los gobiernos y una ‘ciberguerra’ de los afines al ‘terrorista’ contra aquellas compañías que le habían dado la espalda y saboteado. ‘Matrix’, ‘Juegos de guerra’, ‘Terminator’,… muchas películas me venían a la cabeza cuando hablamos de internet y ordenadores. Pero mucho mejor hablar de una secuela, ‘Tron: Legacy’, que ayer se estrenó en nuestros cines. Aquellos nostálgicos que tuvieron la oportunidad de ver en pantalla grande ‘Tron’, podrán encontrar de nuevo a Jeff Bridges en el papel de Kevin Flynn, que atrapado en un mundo virtual muy violento y cada vez más evolucionado, se reencontrará con su hijo 25 años después para compartir una peligrosa aventura dentro de él. Y es que la secuela tendrá que contentar a un gran número de fans, puesto que su antecesora se ha venido promocionando como una película de culto en algunos sectores. Así que decepcione o no, todo ‘f’reak’ tiene una cita en los cines este fin de semana. Al igual que aquellos amantes de lo sórdido y la serie B pudieron disfrutar ayer, como ya ocurrió el mes pasado, de una nueva sesión del ciclo de cine basura de canal plus con videochat y comentarios en directo vía Twitter y Facebook de José Viruete, Paco Fox y un invitado de lujo, Borja Cobeaga. La película elegida fue ‘Mega Shark versus Giant Octopus” (pongo las iniciales en mayúscula para que sea aún más efectista) con el inolvidable Lorenzo Lamas como protagonista. Esto sí que es sordidez y no que Carmen de Mairena consiguiese más votos que el partido de Rosa Díez en las pasadas elecciones catalanas. Supongo que ahora que Cuatro se fusionará con Telecinco, además de quitarnos el único informativo televisivo decente que teníamos en España van a hacer lo mismo con estas pequeñas joyas de la cinefilia para saturar la parrilla (aún más) de programas del corazón. Entonces, queridos amigos, los ‘hackers’ no estarán solos en su ofensiva contra las grandes multinacionales. No hay nada más peligroso que un ‘freak’ enfadado (Capítulo I. Versículo III de la Guía Frisi jamás escrita del Salón del manga de Barcelona).



Como el ‘Rey de las Camas’ tendría que encontrarse Assange cuando dos gigantes pedían su cabeza. Por un lado Estados Unidos, que quiere crear un marco para la ‘privacidad’ en Internet. Ya no saben ni que inventar para controlar a las personas. El otro día mi psicólogo, el Dr. Fleish, y yo nos reíamos acerca de las estúpidas y arcaicas leyes americanas que se siguen manteniendo vigentes. Es cómo si en Europa existiese aún el derecho de pernada. Así que para completar la sesión, vimos un capítulo de la serie ‘El ala oeste de la Casa Blanca’, donde te explican de manera muy efectiva como funciona (o no) la política americana. El capítulo elegido era acerca de uno de esos derechos ancestrales que se siguen manteniendo en el país de la hamburguesa: el filibusterismo. Allí, los congresistas no tienen límite de tiempo cuando se va a votar una ley en sus exposiciones y esto, a veces, se usa como una medida de obstruccionismo. Dicho de otro modo, mientras no te pares, bebas o te sientes, puedes hablar el tiempo que quieras y de lo que te apetezca. Es por ello que el simpático filibustero de la serie, por no conseguir que añadan una enmienda a una ley de sanidad, se pone a hablar durante horas de recetas de cocina y a leer en voz alta novelas clásicas para obstaculizar la votación y hasta llegar a la hora de cierre. Divertido, ¿no creen? Más aún lo era ver al resto de congresistas pasando el tiempo fuera de la cámara, intentando entretenerse con cualquier cosa, aunque siguiendo lo que ocurría por televisión, puesto que en el momento que el filibustero se pare, terminará su turno para hablar y tendrá lugar la votación con la gente que esté presente en el hemiciclo. Eso pasa en Estados Unidos. Claro que se puede votar otro día si se consume todo el tiempo, pero tiene que volver a llevarse el proyecto a la Cámara y todo esto se demora con burocracia y enmiendas. Además, a veces urge sacar ciertas leyes en momentos determinados, ¿no creen? ¿Imagínense que un filibustero hubiera hecho obstruccionismo durante el proceso de aprobación de la nueva regulación de AENA y se hubiese pospuesto para después del puente? 600.000 personas no hubieran sido afectadas por el boicot, la justicia española no estaría saturada por tanta demanda y en nuestro país se hubiese estado hablando más de ‘Wikileaks’ que de los insultos y cruce de declaraciones de unos políticos que todavía nos deben unas cuantas explicaciones sobre sus actuaciones pasadas, en vista de lo que revelan los cables. En definitiva, el gobierno no se hubiese salido con la suya. Pero esto no es America y aquí no se permiten los filibusteros.


Aquí una escena de 'Mr Smith Goes to Washington' con James Stewart.

Por otro lado tenemos a ciertos países desarrollados europeos que quieren limitar la libertad de expresión controlando los contenidos. Ya lo hizo Italia y lo acaba de hacer Francia, para ya de paso, eliminar las ‘descargas ilegales’. Curiosamente, la palabra filibustero viene de la denominación de unos piratas que operaban en el caribe en el siglo XVII. Terminos como hackers o piratas se han utilizado demasiado alegremente como símiles peyorativos. Esperemos que filibustero no tenga el mismo final. En la lucha que se traen los gobiernos contra lo que ellos entienden por ‘piratería’, meten a Assange en el saco. Este pasado viernes se estrenó ‘Film Socialisme’ del maestro francés Jean-Luc Godard. Es un gran acontecimiento. No porque el genio superviviente de la Nouvelle Vague estrene una nueva película de corte experimental, sino por mantenerse siempre coherente con su ideología. En una entrevista reciente que entabló con Jean Marc Lalanne y Serge Kaganski, de la revista ‘Les Inrockuptibles’ soltó perlas como estas: “Estoy en contra [de la ley Hadopi, que convierte en delito las descargas de Internet ], por supuesto. No existe la propiedad intelectual. Estoy en contra de la herencia, por ejemplo. Que los hijos de un artista puedan beneficiarse de los derechos de la obra de sus padres, hasta su mayoría de edad por qué no... Pero después no me resulta evidente que los hijos de Ravel se lleven dinero por los derechos del "Bolero"...”

“Si tuviera que litigar contra las acusaciones de apropiación de imágenes en mis películas contrataría dos abogados con dos sistemas diferentes. Uno defendería el derecho de cita, que apenas existe en cine. En literatura se puede citar extensamente. En el "Miller" de Norman Mailer, hay un 80% de Henry Miller un 20% de Norman Mailer. En las ciencias ningún científico paga derechos por utilizar una fórmula establecida por un colega. Eso es una cita y el cine no lo autoriza. […]. Un autor no tiene ningún derecho. Yo no tengo ningún derecho. No tengo sino deberes. Y después en mi película hay otro tipo de préstamos que no son citas sino sencillamente extractos. Como una inyección cuando se toma una muestra de sangre para analizarla. Ése sería el alegato de mi segundo abogado. Defendería por ejemplo el uso que hago de los planos de los trapecistas procedente de Les Plages d'Agnès. Ese plano no es una cita, no cito la película de Agnès Varda, me beneficio de su trabajo. Es un extracto que tomo, que incorporo en otro sitio para que tome otro sentido, en este caso para que simbolice la paz entre Israel y Palestina. No he pagado por ese plano. Pero si Agnès me pidiera dinero creo que podríamos pagarle un precio justo. Es decir, en relación al presupuesto de la película, el número de espectadores que ha tenido...”



Para terminar le preguntan sobre la penúltima cita de su película, “Si la ley es injusta, la justicia pasa delante de la ley”. A lo que Godard responde: “Está ahí en relación con el derecho de autor. Todos los DVDs empiezan con un rótulo del FBI que criminaliza la copia. Recurrí entonces a Pascal.” Señoras y señores, como bien nos ha enseñado el maestro, esto es citar y no piratería.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Fuera de control


Fuera de control
(Publicado el 11 de diciembre de 2010)


Parece que se nos acumulan los temas de debate. Si la semana pasada era ‘Wikileaks’, en ésta tenemos los problemas causados por los controladores aéreos (el punto de inicio de este artículo), la presunta implicación de Marta Domínguez en el tráfico de sustancias ilegales, los disturbios en Londres con los estudiantes por la subida de tasas académicas universitarias o que la RAE no logra elegir nuevo director (ésta es broma, ¿a quién le importa?). Así que una vez más, tomaré la actualidad para hablar de aquello que me interese estableciendo, en la medida de lo posible, vínculos con la industria cinematográfica.

Fotografía de una de las manifestaciones a favor de
la liberación de Assange en Holanda (fuente: El País)

El otro día, me encontraba con mi psicólogo charlando de la crisis en los aeropuertos cuando empezamos a analizar aquellos actores más prolíficos en las películas de aviones (entiéndase esto de una manera flexible). Tras llegar a la conclusión de que Wesley Snipes tenía muchas papeletas, elaboré una lista con más de medio centenar de films y confirmé algo que ya me temía: hay una gran cantidad de serie B en esa temática, algunas con secuelas y algún que otro remake, que dejan al actor estadounidense sin el ‘premio’. Me fijé en uno de los títulos de la lista, ‘Fuera de control’ (‘Pushing tin’), dirigido por el inglés Mike Newell y protagonizado por John Cusack y Billy Bob Thornton. La razón es la siguiente, los personajes centrales son controladores aéreos que viven una tensa relación de competitividad, uno por ser considerado el mejor y ver su reinado peligrar por el segundo, un recién llegado en busca de emociones fuertes. Está claro que la ambientación es en una idílica Norteamérica, donde todo el mundo quiere llegar a lo más alto y con tesón, trabajo y un poco de suerte los sueños se pueden hacer realidad (y si no, miren a Monica Lewinsky). Aquí, se sufren colapsos porque quieren trabajar cada vez menos y pretenden tener aún mejores condiciones laborales bajo la amenaza de un paro generalizado. Cómo decía Nacho Vigalondo, hay cosas razonables dentro de las exigencias de los controladores, pero tienen un pésimo director de marketing. Sea como fuere, el estado de excepción que ha sumido a España en estos días puede leerse también como una nueva cortina de humo. El estado aprueba justo antes del puente un nuevo modelo de gestión aeroportuaria tras varios meses de negociaciones y pese a los continuos rumores (amenazas) que apuntaban a que los controladores podrían repetir la huelga de este pasado verano. Eso ocurre en el mismo momento en el que se publican las filtraciones de los cables del gobierno estadounidense a través de ‘Wikileaks’ y hacen que la gente mire hacia otro lado. Los medios, como viene siendo habitual, hacen lo mismo. El poder ejecutivo de este país sale del paso con mano firme y se erige como el salvador del estado. Los militares entran en juego, para así tenerlos contentos a pesar de los cables sobre la base de Rota, la militarización de España y los conflictos bélicos. Los controladores, que cayeron en la provocación, son juzgados, mientras la gente pide sus cabezas. Pero esto sólo es una teoría.

Más cinematográfico si cabe, es una de las nuevas informaciones que ha publicado el diario ‘The guardian’ sobre Pfizer, el gigante farmacéutico. La historia es muy parecida a la que nos revelaba el film ‘El jardinero fiel’, donde se descubre que una gran compañía farmacéutica hace experimentos en Kenia (Nigeria, en nuestro caso) con niños para probar sus medicamentos sin el consentimiento de sus padres y paga al gobierno del país para que oculte las irregularidades y, lo que es más importante, las muertes producidas durante el proceso.


Uno de los vídeo que ha colgado recientemente New York Times en su web, que han tenido un gran reclamo (así no se ve tanto la minisección creada sobre los cables de Wikileaks). ¿USA al desnudo?


Otros países por su parte, han tomado otras medidas similares. ‘Le damos un premio prestigioso a un preso político chino para tapar que nosotros tenemos a uno australiano. ¿Y si nos preguntan? Nos hacemos los suecos’. Eso no quiere decir que el escritor y disidente chino Liu Xiaobo no se merezca el galardón, pero ya lleva mucho tiempo escuchándose hablar de que esta clase de premios tienen un componente político muy importante. En la ceremonia una idea se escuchó unánimemente, ‘un hombre no puede ser encarcelado por expresar sus opiniones’. ¿Y por dar información objetiva sí, señor Obama? China, por su parte, le mantiene en prisión y ha manipulado webs y medios de comunicación para que nada se filtre a su país, a la manera estadounidense. De mártir a mito hay sólo un pequeño paso, esperemos que no lleguen a esos extremos.


El Dr. Flesh me ha hecho llegar este vídeo. Lo adjunto como tribujo a John Lennon. Aquí un avance de los ¡CROSSOVERS! (a ver si acabo el artículo que tengo preparado sobre este tipo de prácticas). Una gran candidad de viejas glorias y de algunas que desearon con serlo y que se quedaron encasillados.

Días atrás se cumplió 30 años de la muerte de John Lennon, que se acabó convirtiendo, precisamente, en un mito de la música. Tal vez aprovechando esta coyuntura se estrena el documental de Tom DiCillo, ‘When You're Strange’, que tiene como eje central la historia del grupo estadounidense ‘The Doors’ y, por consiguiente, la vida de Jim Morrison, del que en julio del año que viene se cumplirá el 40º aniversario de su fallecimiento. Un mito que está lleno de luces y sombras, rumores y muchas teorías rodean las causas de su muerte. “Si existe un tipo capaz de escenificar su propia muerte – creando un certificado de muerte ridículo y pagando a un doctor francés – y poniendo un saco de ciento cincuenta libras dentro del ataúd y desaparecer a alguna parte de este planeta – África, quien sabe – ese tipo es Jim Morrison. Él sí sería capaz de llevar todo esto a buen puerto”, declaró Ray Manzareck , el teclista del grupo. También se dice que su padre, finalmente, consiguió llevarse el cuerpo de su hijo desde el cementerio de París a los Estados Unidos (algo negado por las fuentes oficiales). ¿Qué no haría un padre por su hijo? Espero que haya un silencio sepulcral. Está claro que no todos cuentan con un padre que tiene mano en subvenciones estatales y regionales para financiar a los hijos sus proyectos (a costa de todos) como a ‘alguno’ que estrena esta semana. Pero no es momento de recalar nuevamente en opiniones expresadas en artículos pasados sobre el país de amiguismos e ‘hijodeismos’ cinematográficos en el que vivimos.

"The end" de The Doors en Apocalypse Now. La manera estadounidense de solucionar los problemas que ellos mismos crean. Vean esta gran película. Curiosamente, Martin Sheen se acabó convirtiendo en presidente del gobierno años después con 'El ala oeste de la Casa Blanca'.

Volviendo al sueño americano, una película que llegará a nuestras pantallas la semana que viene es ‘Burlesque’. Una mezcla de ‘Bar Coyote’ y ‘ Show Girls’, donde Cher se encarna a sí misma como diva experimentada que ayuda a una joven camarera que sueña con llegar a ser una afamada corista, interpretada por Christina Aguilera. Yo no perdería ni un solo minuto de mi vida en ir al cine a verla. Es más, no voy a gastar más líneas de este artículo en ella (si Paul Verhoeven levantase la cabeza del pozo donde se encuentra…). Ayer, en cambio, se presentó casi un año y medio después de su estreno en Estados Unidos, ‘En el centro de la tormenta’ (‘In the electric mist’), un thriller dirigido por Bertrand Tavernier que cuenta en su reparto con nombres como Tommy Lee Jones, Peter Sarsgaard o John Goodman. ¿Nadie se ha preguntado nunca por qué éste último siempre suele hacer papeles de antagonista con el apellido que tiene? Menuda paradoja. Pero no más retorcida que la realidad que estamos viviendo. ¿Cuál será la próxima información de ‘Wikileaks’ que nos hará estremecer? Yo, de momento me quedo con la frase que Butch Coolidge (Bruce Willis) le dice a Esmarelda Villalobos (Angela Jones) en Pulp Fiction: ‘Señorita, soy americano. Nuestros nombres no significan un carajo’. A lo que añadiría, ‘ni nuestros derechos’.



domingo, 5 de diciembre de 2010

La cortina de humo


Últimamente este blog ha estado muy dormido. Eso es debido a multitud de causas. Una de ellas es que resulta a veces verdaderamente difícil sacar tiempo para escribir, y en vista de que publico semanalmente un artículo en el diario Siglo XXI, también es complicado que haya ganas. Hay muchos post empezados, otros planteados, algunos simplemente imaginados en mi turbia cabeza, pero que no se han llegado a materializar (aún). Mientras esto ocurre voy a ir colgando algunos de mis artículos en el citado diario digital nacional. Más si cabe, teniendo en cuenta que sólo están visibles en portada el día de publicación (el sábado) y aunque están disponibles, es imposible localizarlos si no se sabe el enlace fuera de esa fecha.

No es mi intención copiar y pegar tal cual los artículos para que todos tengan acceso a ellos, sino que aprovecharé de paso para hacer alguna ligera variación en ellos (incluyendo enlaces, comentarios, vídeos, imágenes,...). Dicho esto, os dejo con el que se ha publicado esta misma semana:

La cortina de humo
(fecha de publicación: sábado, 4 de diciembre de 2010)

En plena convulsión mundial por la filtración de cables clasificados del gobierno estadounidense a cargo de Wikileaks, creo que es inevitable las referencias cinematográficas que han tratado ya situaciones análogas. Mientras en los gobiernos nadie dimite y focalizan sus esfuerzos en ‘cazar’ al ya tildado de terrorista, Julian Assange, por dar a conocer al mundo entero los entresijos de la política internacional estadounidense, otros países se han visto salpicados por acciones encubiertas relacionadas. Según revelaba unos días atrás el periódico “El País”, que tuvo acceso junto a otros medios de comunicación a estos cables para verificar la información, los asuntos ‘turbios’ que hasta ahora se han publicado relativos a España giraban en torno al caso de José Couso, Guantánamo o la posición de Zapatero respecto a la guerra de Irak, entre otros temas. Nadie se ha pronunciado, nadie ha dimitido. El gobierno de Obama tampoco. En vez de dar explicaciones a los ciudadanos sobre la corrupción, tráfico de influencias, intereses económicos, crímenes de guerra y espionaje, se presiona a Amazon para que deje de darle soporte en la red a Wikileaks y se saca una ley internacional de busca y captura para su fundador. Muchos medios de comunicación estadounidenses no están dando bombo al asunto, con secciones minúsculas en periódicos tan importantes como puede serlo el ‘The New York Times’ (que encima fue el que tuvo acceso a los cables junto a ‘El País’, ‘The Guardian’, ‘Spiegel’ y ‘Le Monde’). En 1998, Dustin Hoffman protagonizó Mad City junto a John Travolta, película crítica sobre el poder mediático donde un ciudadano pasa de héroe a villano en función de la manipulación de los diferentes medios de comunicación, más interesados en conseguir audiencia que en su completa deshumanización. Es curioso que justo ahora la NASA haga un anuncio sobre el descubrimiento de vida en otros planetas, algo que la NBC destacaba por encima de otras noticias no deportivas ni de entretenimiento en sus informativos el pasado jueves. Si alguien duda del poder mediático, que revise el clásico de Orson Welles. ¿Y la huelga de los controladores? El gobierno aprueba una ley de recortes que lleva meses parada justo antes del puente, cuando se sabía que había muchas papeletas que la huelga de los controladores aéreos podría llevarse a cabo. ¿Una cortina de humo aprovechándose de que ese gremio se mostraba tan inestable que con encender la llama todo explotaría? Ahora los ciudadanos piden cabezas. Saquen sus propias conclusiones.


En el cine nos hemos encontrado multitud de ejemplos parecidos: “Todos los hombres del presidente”, “La guerra de Charlie Wilson”, “Todos los hombres del rey (El político)” “In the loop”, “Secreto de estado” y un largo etcétera, que nos hace cuestionarnos cuánta parte hay de realidad y cuánta de ficción en algunos de los argumentos de varias de estas películas. Hollywood se ha lucrado a base de ellas, ahora parece que eso está pasando factura. No tuvo reparos en mostrarnos a los hackers como ladrones durante años (‘Asalto final’, ‘Hackers: piratas informáticos’, ‘Mission Impossible’,…) y ahora pretende aprovecharse de esa propaganda para colocarle el cartel de enemigo público. Si relacionamos delincuente con malvado, damos por hecho que los gobiernos son los buenos y los que boicotéan el sistema los malos (aunque los políticos son los primeros delincuentes como hemos visto). En ‘Matrix’, un hacker interpretado por Laurence Fishburne se dedica a informar (y despertar) a la gente (seres humanos) de la verdad de lo que les rodea (que viven en una realidad virtual) para que sean libres de elegir entre vivir en una mentira o cambiar las cosas. Una especie de Robin Hood de la información. Algunos políticos han pretendido incluir a Assange y sus colaboradores en la lista de grupos terroristas. Si esto no funciona, hay un proceso judicial en Suecia sobre un presunto delito sexual, que huele a una burda estratagema política de desacreditación. Puro teatro. El mismo año pasado, el film ‘Distrito 9’ nos daba un claro ejemplo de cómo a uno se le pueden atribuir cargos de terrorismo y delitos sexuales con una facilidad pasmosa sólo para manipular a la masa ciudadana consiguiendo su colaboración y denigrando al perseguido. El fiscal general de los EE.UU., Erik Holder, había confirmado que la nacionalidad de Assange no sería un problema de cara a su procesamiento. Tal y como comentaba el periodista Ramón Lobo, no sé qué pensarán de esto los familiares de José Couso, que se han encontrado con trabas por parte de su propio gobierno. Y es que como nos mostraba Michael Winterbottom y Mat Whitecross en su largometraje “Camino a Guantánamo”, poner una bolsa en la cabeza a alguien, esposarlo, extraditarlo, meterlo en una jaula, humillarlo y torturarlo sin que nadie se entere, nunca ha sido un problema para los Estados Unidos de América. Tal vez ese sea el motivo por el cual el creador de Wikileaks se ha cubierto las espaldas con un archivo encriptado que ha venido a llamar ‘insurance’ (seguro) por si algo le ocurriese. Está disponible en Internet para su descarga, y se amenaza con desvelar la clave que nos impide abrir el documento si algo le ocurre a Assange. Algo similar pudimos ver en “El informe Pelícano”, donde en vez de un archivo informático eran unos documentos escritos y una cinta, y sustituyendo al código nos encontrábamos una misteriosa llave que abría una caja. Pero no es la única referencia, “Enemigo público” de Tony Scott, “El jardinero fiel” de Fernando Meirelles, … la caza de brujas ha comenzado.



Frivolizando el tema, podría traducirse del siguiente modo:

Un empleado se apresura a hablar con su jefe, al que le dice muy nervioso: “Señor director, García de contabilidad ha encontrado un error en las cuentas de la empresa. Alguien ha estado robando dinero. ¿Qué hacemos?”. A lo que el jefe responde: “Despedir a García”.


¡Que despidan a ese montador!

Este es el argumento de una popular comedia de 1989, ‘Weekend at Bernie’s”, más conocida en España con el título de “Este muerto está muy vivo”. Y es que, salvando las distancias, la mentalidad parece ser la de matar al mensajero antes de que sea demasiado tarde. Esperemos que el salvoconducto de Assange sea suficiente. En la película, Bernie, el jefe de dos contables, acaba siendo asesinado por encargo de otro de los implicados, cuando pretendía acabar con sus empleados invitándolos a un fin de semana en su casa de la playa y evitar así que estos difundieran información acerca de una malversación de fondos y blanqueo de capital que habían descubierto en las cuentas de la empresa.




Ciertamente todo esto parece un argumento de película. Pero yo me pregunto, ¿cuantas veces se habrá dado esta situación pero sin que nosotros tengamos la más mínima información? Otra de las claras referencias fílmicas es precisamente la que da título a este artículo, “La cortina de humo” de Barry Levinson, donde el presidente de EE.UU. que se presenta a la reelección en fechas próximas, intenta desviar la atención de los votantes sobre un presunto delito de abuso sexual que ha cometido iniciando una guerra con un país prácticamente desconocido, Albania. Para ello contrata a un productor de Hollywood (otra vez, Dustin Hoffman) que intenta manipular la información para que el presidente aparezca triunfante ante la audiencia justo antes de los comicios. Mucho se teme sobre las implicaciones políticas en las relaciones bilaterales entre los diferentes países tras haberse filtrado la preocupación de Washington sobre los posibles problemas mentales de Cristina Fernández de Kirchner, el autoritarismo de Sarkozy o la corrupción masiva en Rusia propiciada por Putin. Lo que parece claro es que saber que tu vecino te espía y etiqueta mientras te esboza una sonrisa y luego no es capaz de mantenerlo en secreto, no debe de ser demasiado agradable. Pero lo es menos para ciudadanos comprobar que a los dirigentes políticos les da igual las personas, lo que priman en sus decisiones son los intereses y la corrupción. Antes suponíamos que nos mentían, ahora tenemos la certeza de que lo hacen.


martes, 26 de octubre de 2010

¡Viaje con nosotros!

Esta mañana, el Dr. Fleish me ha sorprendido con una noticia publicada en La Vanguardia cuyo titular era "Sánchez Dragó reconoce en su último libro que se acostó con dos niñas de 13 años". Parece ser, que aprovechando que ha sacado un nuevo libro, ha declarado que en 1967 durante una estancia en Japón, conoció a dos ‘lolitas’ de 13 años y que hizo un ‘ping-pong’ con ellas. También dice en el artículo, que las delincuentes son ellas, que hubiera pagado lo que hubiese sido necesario tras la experiencia y que lo dice ahora que el delito ha prescrito. Hay fuentes que dicen que Dragó lo ha desmentido, incluso hablando de que el sexo fue solo ‘literario’. Sea como fuere, no es mi intención entrar en juicios sobre moralidad, ética y legalidad. Lo que realmente me ha llamado la atención es que ‘El Escritor’ tenga publicado en su página web oficial la noticia: ‘Viaja a Japón con Fernando Sánchez Dragó’. Éste, quien se jacta de conocer más de cien países, dice que pondrá las cartas sobre la mesa y nos cuenta el itinerario que seguirán los afortunados que paguen los 5.000 euros que cuesta la experiencia. Y es que cómo el mismo dice:

«¡Hola, viajeros! Soy Dragó. Pondré, si os empeñáis, las cartas boca arriba, pero preferiría no mencionar los lugares que visitaremos, las experiencias que viviremos, los manjares que degustaremos… Decía Baudelaire: '¡al fondo de lo desconocido para encontrar lo nuevo!' Así entiendo yo el viaje: como un juego de cajas chinas, como un estuche de muñecas rusas, como un bazar de las sorpresas. Naoko, mi mujer, nació cerca de Kioto y aquí creció. Yo he vivido en esa ciudad más de tres años y casi nueve en Japón. Podéis fiaros de nosotros. No os defraudaremos. Sólo voy a deciros una cosa: no hay ningún lugar en la tierra -conozco cien países- comparable a éste. Sé de lo que hablo. Respirad hondo y… ¡Bienvenidos!»



Pero cuidado, hay más. Y es que entre los lugares a visitar tenemos algunas rutas diseñadas y dirigidas personalmente por ‘El Escritor’ donde te acompañará en todos sus estímulos”. Aún estáis a tiempo para ser uno de los 18 afortunados (que le paguen el viaje a él y a su mujer, otros vicios aparte), ¡el vuelo sale el 27 de noviembre!


jueves, 9 de septiembre de 2010

Óscar Wilde: Pluma, lápiz y veneno.



Oscar Wilde Memorial. Dublín, Irlanda.

Aprovechando mi periplo en Irlanda he decidido posponer el prometido artículo en tres partes que anunciaba en el post anterior para poder terminarlas con más calma y documentarme mejor. En su lugar se me ha ocurrido escribir un artículo acerca de Óscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde (1854-1900), más conocido como Óscar Wilde, uno de los más sórdidos y polémicos escritores de todos los tiempos.

“A gentleman is one who never hurts anyone's feelings unintentionally” (Óscar Wilde).


El bueno de Óscar, esculpido, en pose de gentleman.
Ahora por él tampoco pasarán los años.

En vista de que me encuentro viviendo en la ciudad natal de este poeta del victoriano tardío, Dublín, aproveché para realizar una ruta alrededor de los sitios más emblemáticos que fueron regentados por él, hasta su salida del país en 1978. Irlanda ha dado grandes escritores (James Joyce, Jonathan Swift, Bernard Shaw,…), es imposible negarlo, y he aprovechado varias jornadas turísticas para compartir espacios con ellos. Algo que me llamó mucho la atención es que muchos coincidieron en tiempo y lugar. Grandes figuras de la escritura que fueron amigos, rivales, referentes y fuente de ridiculización entre unos y otros.

Why was I born with such contemporaries? (Óscar Wilde).


La casa donde creció Óscar. Al ladito del Trinity College.

Wilde fue bautizado en la parroquia de la Iglesia anglicana de St. Mark. Esta parroquia se acabaría unificando con otra, dando lugar a la Iglesia de St. Ann. Sus padres estaban íntimamente relacionados con la literatura, su madre era Jane Francesca Elgee, una reconocida escritora vinculada al nacionalismo irlandés, mientras que su padre era un médico que disfrutaba enormemente de la lectura. Fue educado en “Portora Royal School”, en el Trinity College, hasta 1974. Se tasladó posteriormente al Magdalen College de Oxford, donde sus compañeros de facultad se cebaron con él, entre otras cosas debido a sus excéntricos gustos en la decoración de su habitación y sus declaraciones en contra de los estereotipos masculinos de la época. Cuando vuelve a Dublín conoce a Florence Balcombe y se enamora de ella. Por su parte, esta se enlaza con Bram Stoker (1947-1912) y se casan en la misma iglesia que Wilde fue bautizado, el 4 de diciembre de 1878. Despechado, se va de Irlanda para no volver más (aunque lo hiciera por motivos laborales en dos ocasiones más).

“A man can be happy with any woman, as long as he does not love her” (Óscar Wilde, The picture of Dorian Gray, de 1891).

Trinity College.


Siendo escueto en los datos bibliográficos y yendo al grano (puesto que no es mi pretensión enumerar cronológicamente los hechos acaecidos en su vida), comentar que Wilde tuvo dos hijos, uno de los cuales murió en la primera guerra mundial, con su primera y única esposa, Constance Lloyd. La buena dote proporcionada por el padre de esta les dio la posibilidad de vivir holgadamente. Así Óscar vivió entre conferencias, escritura y supuestas ‘reuniones’ sociales. Claro está, que quien juega con fuego acaba quemándose. El libertinaje le salió relativamente bien durante los primeros años. La sociedad de la época le apreciaba por su agudo y sarcástico sentido del humor, y era un invitado recurrente en todo tipo de fiestas de la clase alta. En el caso de ‘The picture of Dorian Gray’, dio rienda suelta a su ácida visión de la vida y su hedonismo personificándose como Lord Henry y en Basill Hallward debido a su orientación sexual. Tomó prestado el apellido a un joven poeta del que se dice que estaba enamorado y mantenía un affaire para dar forma al siempre joven Dorian, añadiéndole al caldero su obsesión por la juventud, donde afirmaba que residía la verdadera belleza. Hasta que en 1985 cayó en desgracia. Lord Alfred Douglas, más conocido como Bosie, era un desconocido poeta íntimo amigo de Wilde (que además mantuvo correspondencia Bernard Shaw), hijo del Marqués de Queensberry, al que no le hizo nada de gracia esta relación que mantenía su vástago (eran amantes, por si no había quedado claro). Así que le escribió una carta y se la hizo llegar al bar que regentaba. ‘El sodomita’ (como había sido llamado en ella) alentado por su amante hizo públicas las amenazas del marqués. Pero esta vez la fortuna no estuvo del lado de Wilde, que fue denunciado y condenado a dos años de trabajos forzados en la prisión de Reading (ciudad cercana a Londres, conocida actualmente por su festival de música, que en inglés significa ‘leyendo’, algo que debió de hacer gracia al bueno de Óscar puesto que buena parte de las pruebas que se presentaron en los juicios giraron en torno a sus obras literarias). Durante el proceso, Wilde intentó defenderse de las acusaciones con su desdén habitual, pero en vista que le perjudicaba gravemente acabó negando los hechos. El abogado de la acusación centró su argumento en la amoralidad de los textos de Wilde y mostró pruebas de sus frecuentes relaciones con hombres de clase baja. Por su parte, Óscar trató de defenderse diciendo que toda esa ropa cara, comida, bebida, viajes y hoteles caros que había pagado a aquellos, no era por sexo, sino por pura amistad. El proceso fue seguido por los periódicos, siendo la comidilla de la sociedad de la época. Tanto fue así que su mujer lo abandonó cambiando de nombre tanto ella como el de los hijos, consiguiendo la custodia de los mismos. Pero ahí no acabó la cosa, puesto que tuvo otro proceso judicial enlazado con ello, ‘el pueblo (lo que les gusta a los americanos estos titulares) vs Wilde’ por sus conductas homosexuales.

“Experience is the name everyone gives to their mistakes. (Óscar Wilde, El abanico de Lady Windermere, de 1882, acto III).


A su salida de la cárcel en 1897 y harto de la sociedad británica se marchó a Francia, destrozado anímica y espiritualmente, coincidiendo con la publicación del ‘Drácula’ de Bram Stoker, y utilizando el apodo de Sebastian Melmoth vivió sus últimos años en el anonimato hasta su muerte por meningitis. El apellido usado en el apodo no es casual, fue escogido por ‘Melmoth the Wanderer’, novela gótica de Charles Maturin, que era pariente materno de Óscar y que a su vez, Vladimir Nabokov recogió para apodar al coche de Humbert Humbert en ‘Lolita’.

Most people are other people. Their thoughts are someone else's opinions, their lives a mimicry, their passions a quotation. (Óscar Wilde, De Profundis, 1905).



Fotografiado con las citas de Óscar inscritas en su monumento conmemorativo.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Post de transición.


Mucho tiempo ha pasado desde el último post. Supongo que la gran mayoría de los seguidores (o sea, uno... que curiosamente soy yo -hagan click en el botón-) lo habrán agradecido. Las razones, clásicas, problemas de salud y trabajo acumulado. Empecé a escribir dos o tres artículos, pero nunca los llegué a terminar. Dicho esto a modo de disculpa, espero estar más activo a partir deahora. Y también porqué hay mucho que comentar. De hecho, la próxima entrada será un mega-post en tres capítulos alternos. Pero no quiero avanzar acontecimientos, ya lo verán con sus propios ojos.

Las visitas a mi terapeuta no han dado grandes frutos últimamente, sólo me ha sufrido sin proporcionarme comentarios iluminados. Supongo que ya está harto de mi (aunque sea su único cliente). Sobre todo después de comprobar en sus carnes hasta qué punto es capaz de llegar mi mala suerte legendaria. La parte buena del asunto es que es una generadora constante de anécdotas, que algún día tal vez me aventure a clasificar en un listado y colgar en el blog. Pero no cuenten con ello.
El otro día, discutimos sobre Freud y la fijación que tenía con ciertos objetos o cosas de forma alargada. Le contaba mi interpretación de ortonauta/ortoneuta (tm) poniendo el ejemplo del pepino y su importancia en el papel de la historia, que ahora se veía empañada por la visión retrógrada y lasciva de ciertos individuos y que Freud ayudó a fomentar.

"Cada uno que de la interpretación que crea apropiada, puesto que como dice Roland Barthes (en un parafraseo libre por mi parte) "toda interpretación es válida, lo importante es el punto de vista por la que se aborde". Recordemos que esta hortaliza tiene un sabor amargo al mismo tiempo que está íntimamente relacionada con nuestro imaginario. ¿Quién pondría la mano en el fuego diciendo que San Jorge no combatió al dragón con un gran pepino en la mano? ¿No es acaso probable que la Segunda Plaga de Egipto fuese realmente una lluvia de pepinos? ¿Alguien alzaría la voz para afirmar que es desconocida la importancia que tuvo 'Sir Gawain y el Caballero Verde' para J. R. R. Tolkien (de la que preparó una edición junto a Eric Valentine Gordon) y que en esta obra no hace clara alusión a un guerrero que no es otro que nuestra hortaliza favorita? (sin contar que la Tierra Media hubiese dejado de existir sin un valiente hobbit conocido como 'peppin')".
(Nota: La alusión a Tolkien era porque días antes unos 'seguidores' del novelista defendían la visión freudiana).
Hasta aquí el "post de transición", que más que transición habría que decir 'barbecho'. Un saludo a todos y pronto tendrán noticias mías.

domingo, 28 de febrero de 2010

Elemental, querido Watson

Hay temas recurrentes que trato con mi psicólogo, el Dr. Fleish, en mis horas de consulta (y fuera de ellas): mi fascinación por todas las palabras que contengan el elemento compositivo “orto”, nuestras creencias (in)fundadas de que existe una conspiración entorno a nosotros (dos) liderada por nuestras madres (que darían explicación a muchos de los sucesos absurdos acontecidos en nuestras vidas),… y últimamente hablamos de las redes sociales. Los rechazos y aislamiento que provocan, los grupos que surgen y la obsesión de la gente por las señoras y los velociraptores. Fleish y yo nos conocemos desde hace tanto tiempo que no hace falta que abramos la boca para saber lo que estamos pensando. Algunos dicen que tenemos una relación extraña y peculiar porque en ocasiones la terapia se produce con alcohol de por medio… bueno, yo siempre digo que cada maestrillo tiene su librillo y no voy a cuestionar su método de trabajo a estas alturas.


La última anécdota llegó cuando un amigo del grupo al que vemos cada dos o tres años (y con suerte) añadió al Facebook (aka Fleishbuc) a otras personas con las que no tiene apenas relación y a nosotros no. Sí, él también sufre la misma circunstancia. ¿Nunca os ha pasado? Uno acaba planteándose que tipo de trama gira entorno a ello. No somos el estereotipo de usuario que tiene 300 amigos agregados. Eso no nos importa, parece que el término ‘amistad’ está perdiendo su valor gracias a estos sitios (igual que pasó con la palabra ‘romanticismo’). Pero este caso nos hizo pensar si deberíamos modificar aspectos de nuestra conducta, tal vez seríamos más felices. Sofrosýne. Thomas H. Leahey, en su libro "Historia de la Psicología" lo cuenta así: “Esta es una palabra realmente difícil de traducir: su significado más sencillo es autocontrol,[...] No es el autocontrol de un cristiano o de un asceta budista que rechaza el mundo, la carne y el mal, sino el autocontrol de una persona que acepta y disfruta de los placeres del mundo pero que no se deja atrapar por ellos”.
“La naranja mecánica”, “Un mundo feliz”,… múltiples son los ejemplos que podíamos poner.
Es a John B. Watson al que debemos el término “conductismo”. Siempre me acuerdo del caso del “Pequeño Albert”, un niño de 11 meses que éste cogió para un experimento que realizó junto con Rosalie Rayner. Consistía en presentar al niño un ratón blanco. Tras unos primeros momentos de desconcierto, Albert acababa intentando coger el ratón. Cada vez que plantaba su mano encima de él, había un sonido metálico que le aturdía y le hacía llorar. Tras una repetida exposición, el bebe acababa evitando el contacto con el ratón y se ponía a llorar cuando este aparecía. Pero el experimento de Watson no trataba de demostrar que el terror y las fobias eran inducidas o aprendidas, sino que estas podían extenderse sin necesidad de un nuevo condicionamiento. Así, Albert presentaba el mismo comportamiento con el ratón que con un conejo, un perro o un trozo de algodón. En este enlace pueden seguir la progresión que siguió Watson. Según ese mismo informe, no se llegó alcanzar la fase final, la de descondicionamiento. Albert fue sacado de la unidad hospitalaria y nada más se supo de él. Los conductistas bromean al respecto que si hubiese acudido a la consulta de un psicoanalista para que le tratase su fobia hacia los abrigos de pieles, estos le dirían que es fruto de que en los primeros años de su infancia tuvo un trauma sexual con su madre.
Recientemente, en una investigación publicada en la “American Psychologist” por Hall Beck, se ha conseguido saber que ocurrió y quien era en realidad ese niño. Tras acceder al hospital donde se realizó los experimentos y analizar cuidadosamente los registros que se poseían, dio con el nombre de una enfermera residente, la nodriza Arvilla Merritte. Por este nombre Beck no consiguió mucha información, por lo que probó con su apellido de soltera, Irons. Esto reveló que su apellido de casada era probablemente ficticio para ocultar el hecho de que su bebé era ilegítimo. Albert fue otro nombre ficticio para ocultar la verdadera identidad del niño, el real era Douglas. Se puso en contacto con la familia para ver si podían aportarle una fotografía para realizar un estudio comparativo pero estas eran demasiado borrosas. El siguiente paso fue llevarlas a un experto del FBI que junto a los datos biográficos que se tenían sugirió que muy posiblemente se tratase de la misma persona. Douglas Merritte, alias “Pequeño Albert” murió a los seis años de edad tras desarrollar una ‘hidrocefalia’, aun aumento de su fluido cerebral probablemente debida a una infección de meningitis. Beck concluye su investigación con la visita a la tumba del niño. Watson y Rayner terminaron teniendo un idilio que provocó su abandono de la cátedra de la Universidad Johns Hopkins . Él decía que le podía hacer de cualquier niño un ingeniero, un médico, un arquitecto,… si se le proporcionaban las condiciones adecuadas:
“Dadme una docena de niños sanos, bien formados, para que los eduque, y yo me comprometo a elegir uno de ellos al azar y adiestrarlo para que se convierta en un especialista de cualquier tipo que yo pueda escoger -médico, abogado, artista, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón- prescindiendo de su talento, inclinaciones, tendencias, aptitudes, vocaciones y raza de sus antepasados”
Este niño supongo que debía de ir para astronauta o para balón de voleibol.
Sus hijos James y William, puede pensarse que tuvieron que tener una infancia de lo más interesante. Me imagino a la pareja decidiendo a los dados que harían de sus hijos. No se les debió dar muy bien. William llegó a ser un respetado psicoanalista en Nueva York, siguió las teorías freudianas y se enfrentó a las de su padre. Su primer intento de suicidio fue detenido por su hermano James, no así el segundo que le dio muerte a mediados de los años 30. Watson murió de cirrosis del hígado en 1958 debido a sus problemas con el alcohol. Su otro hijo, John, fruto de su anterior matrimonio (con Mary Ickes, hermana de Harold L. Ickes que llegó a ser Secretario del la Gobernación del presidente Roosevelt) murió a los 50 años de úlceras sangrientas en el estómago.
John B. Watson posando a lo “Ken Follet”.
Otros experimentos célebres son el de la caja de Skinner y el del perro de Pavlov. Y probablemente Fleishbuc también lo sea, manipulado por mi madre para conquistar el mundo.
Laurence Sterne (1713-1768) en su genial novela “Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy” ya nos hace partícipes del condicionamiento clásico (en el s.XVIII) que sufría la madre del protagonista de la novela. Aquí el ejemplo en la estupenda adaptación libre de Winterbottom (aka Culo invernal)
Hoy día seguimos haciendo uso de técnicas de modificación de la conducta. Algunas de las más curiosas son las siguientes:
- Compresión Basilar. Es una técnica para tratar la eyaculación precoz que consiste en apretar la base del miembro cuando uno ve que la cosa va a terminar demasiado pronto. Yo siempre escuché hablar de la técnica: “¡piensa en otra cosa, piensa en otra cosa y hazlo rápido!”, que siempre es efectiva. ¿Qué ocurre? Pues que si uno piensa en cosas que no le atraen en absoluto puede, con la exposición excesiva, llegar a crear parafilias. Y si no vean la paradoja en el siguiente punto.
- Recondicionamiento del orgasmo: Consiste en pensar durante el ACTO SEXUARRRRR, excitación o cuando le damos al manubrio (tanto ellos como ellas) en algo más aceptado socialmente justo antes de eyacular. Esto se utiliza para tratar todo tipo de parafílias. Se basa en el condicionamiento clásico que supone que tus primeras experiencias sexuales (jarl) han sido asociadas con el placer que te provoca esa parafilia en concreto. Ya sean peluches (plushofilia… esta seguro que no la padecería “Pequeño Albert”), abrir y cerrar cajones (mobicofilia), o el frotarte con desconocidos (frotismo) o contra árboles (dendrofilia), lo que hay que hacer es pensar en tetas, culos y penes de mujeres y hombres adultos. Así se recondiciona o extingue esos impulsos.
- Pipi-Stop: Este es mi favorito. Consiste en utilizar una almohada u otro objeto similar que de descargas eléctricas al niño cada vez que se mee en la cama. Se utiliza para evitar que precisamente esto ocurra. Parece que lo de las descargas debía dejar alguna secuela a los chavales (que posiblemente acabasen sin usar una almohada en su vida y les crearía Electrofilia) y se modificó finalmente por un sonido en forma de despertador.
Escena de la película “los sexoadictos” de John Waters, donde los asistentes confiesan sus parafilias.
La propia evitación refuerza el miedo. Así es como se explican las fobias. El afrontamiento o la exposición a la situación objeto que causa fobia es para los casos en q esa fobia afecte o altere de forma importante la vida del sujeto. Aquí podríamos tener debate, puesto que hay muchas situaciones que evitamos precisamente por miedo a nuestra reacción (o las consecuencias de la exposición) o por incomodidad. ¿Significa eso que tenemos que enfrentarnos a las personas que no queremos ver para liberarnos del trauma ocasionado? ¿Qué tenemos que afrontar un cara a cara contra el motivo de nuestras fobias? Siempre nos quedará Internet y su máscara para poder encontrar un refugio en él, hacernos un perfil en fleishbuc y hacer partícipes a los demás de cómo somos o aparentamos ser. Recuerden que se dice que nació como un experimento sociológico. Yo por lo que puedo ver en la gente es que es una herramienta que condiciona su conducta. ¿Y si no porqué tantos grupos de señoras y velociraptores? ¿Nos está creando nuevas parafilias o inculcando las ya conocidas?