lunes, 12 de marzo de 2012

Que 'jrande' es el Zine. Take 2: The Room


Game intro
 


Game 3Hace un año, tuve la alegría o la desgracia, según se mire, de conocer la ‘nueva peor película de la historia’.  Al menos así, con ese tagline tan ‘favorecedor’ se podían encontrar titulares acerca de la misma. Fue a través de un artículo de ‘Cinemanía’ escrito por el ‘crítico de mierda’ José Viruete, y me ocasionó tal impacto la nueva noticia, que me puse ávidamente a buscar otras críticas en internet, a jugar al videojuego (el cual finalicé tres veces) y, por supuesto, conseguir la película. Hace un mes tuve la oportunidad de cerrar el círculo, fui a uno de los shows en directo donde la proyectaban.

 
Mi intención no es volver a comentar la película, puesto que otros lo han hecho antes y mucho mejor, así que prefiero evitar ser una copia defectuosa del gran maestro de lo ‘Trash’, Viruete, y simplemente dejarles el link al artículo. Por el contrario, mi intención en este post será compartir con todos los lectores mi experiencia en un cine de Nueva York rodeado de sórdidos fans de 'The Room'.

 
En el cine viendo The Room, la peor película de la historia
Me trasladé a la ciudad solamente para asistir al evento (lo cual dice mucho de mi... y nada bueno). Según leí en la página web, por 15 dólares (más $1 de comisión) te daban derecho a la entrada al show, consistente en una presentación de la película por parte del director de la misma, Tommy Wiseau, y a una camiseta. Llegué al cine 2 horas antes para estar seguro de que me dispensaban la entrada previamente pagada. Una vez realizado este trámite, me fui a Broadway a tomar una cerveza para hacer tiempo. Cuando entré en el cine, 40 minutos antes del comienzo (algo inusual para el español medio), compré palomitas y tomé asiento, me encontré a un grupo de personas lanzándose un balón de fútbol americano parodiando las escenas deportivas de la película. Jugar en un sitio lleno de butacas tiene que ser más incómodo que hacerle una colonoscopia a un pingüino. Empezaron a llegar gente disfrazada y, a pocos minutos del comienzo, la gente no paraba de saludarse con un sonoro ‘hai!’ en homenaje a los diálogos de Wiseau. La película daría comienzo poco después de la hora señalada, las 12:30 de la noche, pero sin el director mediante. Y no es que saliese al finalizar la misma, es que no apareció. Esa mezcla de decepción y enfado se fue endulzando a medida que la película avanzaba. ¿Qué por qué? Juzguen ustedes mismos:


 



Copulando con un ombligoEn este vídeo que realicé durante la proyección no se aprecia cómo la gente lanzaba centenares de cucharas de plástico al grito de ‘spoon!’ cuando el personaje de Lisa hacía su aparición. Del mismo modo gritaban ‘nipples!’ cuando Juliette Danielle mostraba sus encantos en alguna de las 4 escenas de cama que hay en la película… claro, que una de ellas recicla los mismos planos que su predecesora. Y es que 4 escenas de cama enseñando ‘pechamen’ gratuitamente puede ser injustificado, pero si has sido capaz de acceder a que te penetren el ombligo, ¡qué más da! Por supuesto y como no podría ser de otro modo, la escena en la que Wiseau enseña su trasero escandalizó al personal. Y eso que todos allí ya lo habíamos sufrido. Pero, ¿qué persona en sus cabales digeriría esa imagen nuevamente? Esperen un momento… claro, para evitar pasar por ese suplicio fue probablemente la propia actriz la que exigió que se reciclaran los planos (“Total, si la película va a ser una mierda”, pensaría). 



 
Game 2Tras repetir al unísono el hilarante diálogo de la floristería, se llegó a la parte en que la madre dice que le han diagnosticado un cáncer (sin que nadie le dé mayor importancia y sin que esa información tenga relevancia alguna en la trama), a lo que todo el mundo gritó: “Cancer!”. Y a partir de ese momento, sería costumbre hacerlo cada vez que ese personaje entraba en escena. Del mismo modo, también lo era repetir: “go, go,go,go…!” cuando aparecía el cansino paneo del puente. Uno de los fans que iban disfrazados, en este caso, de esmoquin imitando a Peter, salió corriendo por el pasillo hasta el escenario cuando acaeció la escena de la caída jugando con el balón.

 
Desde luego fue una experiencia muy divertida. Si alguien no la había visto con anterioridad, hubiese sido imposible de entender por el ruido reinante… ¡y porque la película no tiene ningún sentido! Pero cuando se encendieron las luces y la gente empezó a marcharse, comprendí que me quedaría sin camiseta. Y así fue. Me marché con un agridulce sabor de boca hacia el hotel, no sólo por sentirme parcialmente estafado, ¡sino porque ni incluso en pantalla grande logré saber dónde coño estaba la cocina!


 
Tommy goes to LondonNo obstante, y ahora sí haciendo una reflexión personal, no creo que esta película sea peor que ‘Manos: The Hands of Fate’. Podrá ser un despropósito, un aburrimiento y una paranoia  misógina y egocéntrica de un melenudo traumatizado por alguna ruptura sentimental pasada, pero los fallos de raccord y la desfachatez de Harold P. Warren son difíciles de superar. La sordidez adicional que puede hacer inclinar la balanza hacia ‘The Room’ la pone el propio Tommy Wiseau, que se tuvo que vender de tal manera que hace shows parodiándose a sí mismo para conseguir rentabilizar su ‘inversión’ y prolongar un poco más su momento de fama. Al fin y al cabo, las películas con grandes espectativas e intencionalidad de ser serias pero que se convierten en un truño y un despropósito, son las mejores.

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