El circo de la Academia.
(Artículo que originalmente iba a ser publicado el 23 de Febrero de 2013 en Diario Siglo XXI)
Con los premios Oscar a la vuelta
de la esquina, los BAFTA entregados hace unas semanas y, recientemente, los
Goya usados para tapar las vergüenzas del cine español, uno llega a darse
cuenta del peso que realmente tienen estos premios. Unos más que otros, por
supuesto. Un apunte muy esclarecedor es el papel que juegan las grandes
productoras en las nominaciones. ¿Cómo es posible que una película como ‘El
lado bueno de las cosas’ (‘Silver Linings Playbook’) se haya presentado como un
ciclón en los Globos de Oro, en los del Sindicato de Actores y haya recibido
tan importantes nominaciones a los Oscar? La respuesta es muy sencilla, está
detrás de ella la productora todopoderosa de los Weinstein. Si estos quieren
vender una película, ¿qué mejor manera de hacerlo que sacándola en un
escaparate como este? Como más adelante comentaré, la película no lo merece en
absoluto. Pero lo mismo pasa con ‘Grupo 7’ en el contexto español. ¿Alguien se
cree que es posible que una película protagonizada por Mario Casas pueda
llevarse uno de los premios gordos? Si no estuviesen detrás tres televisiones
comandadas por RTVE, dudo mucho que hubiese llegado tan lejos. Pero una cosa
son las nominaciones, donde hay mucho amiguismo, y otra que los premios no sean
justos, así que al final podrán encontrar mi quiniela personal para los Oscars.
Empezamos:
De viajes en el
tiempo y fallos de raccord.
Los fallos de continuidad o de
raccord son aquellos que hacen que dos o más planos consecutivos de una misma
secuencia tengan algún tipo de error de concordancia, algo muy frecuente cuando
hablamos de viajes en el tiempo. Más aún si intentamos ver la coherencia a la
historia a través de las leyes de la física presentadas en la propia película.
No suelen ser consecuentes y, precisamente, eso es lo que les pasa a las dos
películas de esta sección. Looper es un film que se va
disolviendo según avanza la trama. Con un punto de partida muy prometedor, la
llegada del personaje de Bruce Willis al pasado hace que la historia se tambalee,
hasta tal punto que aquellos que intentaban realizar una verosimilitud
espacio-temporal caen en la incoherencia forzando un final imposible. Ninguna
de las interpretaciones es digna de elogio ni tampoco la puesta en escena.
Hablamos de un film que prometía y que nunca llegó a cumplir mínimamente las
expectativas. Mi nota, un 6/10.
El siguiente título es
Men in Black III, un blockbuster sin
pretensiones que presenta un capítulo más de la trilogía. Todo lo comentado en
la película anterior es bien válido para esta, pero con una diferencia, ‘Men in
Black III’ no engaña. Es un film cómico con dosis de acción y efectos
especiales y, como tal, uno no puede ser tan riguroso como con aquellas obras
que venden aire en circuitos más elevados. Cierto es que Will Smith nunca se
encuentra con su yo al viajar al pasado en la escena final y que, pese a estar
herido por el malo de turno (interpretado por el Conchord, Jemaine Clement),
vuelve como una rosa saltándose las leyes de la física que en otros casos sí se
habían seguido a rajatabla. Pese a ello, es un film entretenido, sin más. Mi
nota, un 6/10.
Esclavismo como tema de
fondo.
El esclavismo siempre ha
sido un tema que le ha llamado la atención a Spielberg, quien en 1997 ya
dirigió, bajo esta misma temática, ‘Amistad’. Pero también le apasionan los
biopics u obras biográficas, como demostró en ‘La lista de
Schindler’, las películas bélicas basadas en una historia real (‘Munich’,
‘Salvar al soldado Ryan’) o en obras literarias (‘Caballo de Batalla’ y, otra
vez, ‘Munich’), pero sobre todo le gusta hacer películas largas y densas. Así
que, una vez más, este famoso judío se embarca en un proyecto que tiene todos
estos alicientes y que ha recibido 12 nominaciones a los Oscars,
Lincoln. Este film, que trata los últimos meses de la vida
de un héroe nacional como el presidente de los Estados Unidos Abraham Lincoln,
es un producto seguro. Pese a que Daniel Day-Lewis hace un gran trabajo
interpretativo al meterse en el papel del espigado político, casi cualquier
actor que lo hubiese encarnado se llevaría una nominación segura. Es el típico
producto que le encanta a la industria de Hollywood, a los partidos políticos y
a la iglesia. Además, llega en plena conmemoración de los 150 años de la
batalla de Gettysburg, por lo que se ha aprovechado el tirón de esta
superproducción para saturar el mercado con la figura del carismático
presidente (‘Abraham Lincoln: Vampire Hunter’, la burda copia de The
Assylum, ‘Abraham Lincoln vs. Zombies’, y la TV-movie ‘Killing
Lincoln’). El film exige conocer mínimamente la historia norteamericana y
haberse tomado tres cafés bien cargados. El ritmo es mayormente lento aunque
variable y el discurso político no deja respirar. Tal vez, su mayor problema
sea la presentación de un Lincoln forzadamente entrañable que cuenta
batallitas a modo de parábolas, con una inteligencia
superior a la de cualquier mortal que le rodee y con una expresión conciliadora
pero invariable. Spielberg se esfuerza por mostrar el contexto histórico con el
que Abraham tuvo que lidiar para ensalzar la figura de un héroe perseguido,
incomprendido y demasiado avanzado para su tiempo, haciendo a su personaje
bastante edulcorado, en mi opinión. Con decisiones tanto afortunadas como otras
que no lo son tanto, Steven acierta al no mostrar el asesinato de Lincoln. Mi
nota, un 7.5/10.
La otra película que ha explotado
el tema del esclavismo ha sido Django desencadenado, una
película que inexplicablemente se ha llevado el BAFTA al mejor guión original.
Tarantino sigue viviendo de la renta. Enlaza terriblemente mal media docena de
diálogos brillantes y hace una historia larga, mal articulada y evidentemente
incoherente. Está claro que no le interesa hacer un guión decente. ¿Para qué?
Si le van a dar premios por su historial y por tener a los Weinstein a su
espalda. Django es una película bastante pobre y bastante predecible, un cliché
constante que no sigue las reglas que él mismo ha planteado. Agota. Engaña.
Aburre. Últimamente, este señor hinchado no da una, no tiene suficiente con
hacer películas de sangre fácil y violencia gratuita con un argumento trillado
y mal estructurado, es que encima quiere alargarlo hasta el infinito. Ahora,
prepara la tercera parte de ‘Kill Bill’. ¿No habían matado ya a Bill? Sea como
fuere, esta película hace a ‘Malditos Bastardos’ un buen film. Mi nota, un
6/10.
De espionaje e
infiltración.
Uno de las estatuillas menos discutidas
es la que, probablemente, se lleve Adele por interpretar el tema central de
Skyfall, y se lo merece. Esta nueva aventura del agente más
famoso del servicio de inteligencia británico mejora, sin duda, el mal sabor de
boca que dejó el tostón infumable de ‘Quantum of Solace’. La gran actuación de Javier
Bardem
interpretando a un ex agente rubio platino que hará las veces de antagonista de
Bond, unida a la indestructibilidad y la chulería machista de éste, hace que
uno se ponga en el bando del carismático villano. Precisamente, la
inverosimilitud de algunas de las secuencias mostradas y del desarrollo
argumental, y de un final de lo más patético visto en el cine de acción de gran
presupuesto, hacen de ‘Skyfall’ una película ‘tan sólo’ entretenida. Mi nota,
un 7/10.
El turno es ahora para una
de los films más controvertidos el pasado año, La noche más
oscura, que cuenta el seguimiento, incursión militar y asesinato de
Osama Bin Laden por manos del servicio de inteligencia de los Estados Unidos de
América. Recordando mucho a ‘Syriana’ y a la serie ‘Homeland’, Kathryn Bigelow vuelve a dirigir una película
de corte militar, como ya lo hiciese con ‘En tierra hostil’. Esta pieza, bien
estructurada y documentada, cuenta con grandes interpretaciones que, como era
de esperar, no evitan la sensación de tedio por su elevada duración. En este
caso, parece completamente gratuita, ya que hay momentos en los que las escenas
se alargan mucho más de lo necesario. No obstante, una película recomendable.
Mi nota, un 7/10.
Por último está
Argo, una película sencilla y digerible de la que yo no me
esperaba mucho por ser Ben Affleck quien la protagonizaba y dirigía. Me
sorprendió agradablemente. No es extraño que, de los films que están nominados
a los Oscar como ‘Mejor Película’, ésta suene con gran fuerza. Cierto es que no
es espectacular ni memorable, pero este año, como anteriormente se comentaba,
hay que conformarse con lo que hay, que es más bien poco. Basada en una
historia real y en la novela del mismo nombre, todos los personajes se parecen
mucho a sus originales menos Affleck, como no podía ser de otro modo, en un
ejercicio de egocentrismo bastante inadecuado. La trama es sencilla, la
embajada estadounidense en Irán ha sido tomada por un grupo rebelde, secundado
por la mayoría de la población, que protesta contra la política de Estados
Unidos de dar asilo a su antiguo dictador y genocida, el cual había sido alzado
en el poder por los norteamericanos y derrocado por una revolución popular tras
muchos años de barbarie. Seis trabajadores de la embajada logran escapar a la
de sus aliados canadienses, el resto permanecen secuestrados en el edificio.
Las semanas pasan y el conflicto se agrava, los controles se agudizan y el
margen de acción del gobierno americano para sacar de allí a sus compatriotas
es casi nulo. En pleno apogeo de las películas de ciencia ficción como ‘Star
Wars’ y ‘Star Trek’, el experto en negociación encargado de la operación de
salvamento, decide entrar en el país haciéndose pasar un productor en busca de
localizaciones para una nueva película y, de este modo, conseguir sacar a los
refugiados como miembros de su equipo. Mi nota, un 8/10.
El arco de
transformación.
Cuando en narrativa hablamos
del ‘arco de transformación de un personaje’ nos referimos al grado de
modificación de la conducta de este y sus motivaciones desde el principio hasta
el final de la obra. En esta sección, he elegido dos películas que tratan
precisamente de eso, del cambio. En The Master, Joaquin
Phoenix interpreta a Freddie Quell, un veterano de la marina que padece un
desorden de estrés post-traumático que le provocan un comportamiento
impredecible y una serie de alucinaciones. Esto, unido a la falta de
tratamiento para su enfermedad y su afición a la bebida (y a preparar cócteles
con cualquier cosa que se le ponga en frente) lo convierten en una bomba de
relojería. Una noche, se cuela como polizón en un barco donde celebran una
fiesta, lo que le llevará a conocer a Lancaster Dodd (Philip Seymour Hoffman),
el líder de una secta llamada ‘La Causa’. Desde ese momento, Lancaster
trabajará con Freddie intentando cambiar su conducta a base de regresiones
hipnóticas y ejercicios de coordinación. El punto fuerte de este film es,
aparte de sus excelentes interpretaciones, el morbo que despierta el que esté
basado en el origen de la Cienciología y en sus principales artífices (todos los
personajes que giran en torno a ‘La Causa’ tienen su correspondencia en la
realidad). Por lo demás, la película no tiene mucho que ofrecer. A veces
confusa, otras aburrida, se podría decir que, en la escala de calidad de Paul
Thomas Anderson, ‘The Master’ se situaría entre ‘Pozos de Ambición’ y
‘Magnolia’. Mi nota, un 7/10.
Flight, de
Robert Zemekis, es, sobre todo, una película bastante prescindible. Su historia
podía ser mínimamente interesante si se hubiese orientado de otra manera. Whip Whitaker (Denzel Washington), un piloto
alcohólico de una aerolínea internacional salva a la mayoría de los pasajeros y
la tripulación en un accidente aéreo con una serie de maniobras imposibles. El
problema es que murieron 6 personas y él iba borracho. Parece una comedia, pero
no lo es. En el hospital donde se recupera de sus heridas conoce a Nicole, una
ex-fotógrafa adicta a las drogas y se van a vivir juntos. En serio, no es una
comedia. La compañía lo protege, oculta pruebas en su contra y se erige como un
héroe ante la opinión pública. Mientras avanza la investigación de las causas
que provocaron el accidente, él sigue saboteándose a sí mismo una y otra vez
con el alcohol en vistas, reuniones y dejándose ver en sitios públicos
completamente ebrio, en contra de los consejos de sus abogados. De verdad, no
es una comedia aunque lo parezca. Whip es un mentiroso patológico, divorciado y
con una mala relación con su hijo. Pero Zemekis, en vez de utilizar el hecho de
que pilotar ebrio de forma impulsiva podía haber forzado un fallo mecánico en
el avión, nunca toca ese tema y permanece en el limbo, sin saber muy bien qué
tema tratar, ¿la adicción, el accidente o la ética? Durante la investigación se
encuentran dos botellas de vodka vacías, excusa para poner al protagonista en
una encrucijada. Whip termina convirtiéndose en un héroe honesto y modélico
para su hijo que, en la vista final del caso, admitiendo que estaba borracho al
mando del avión, en vez de culpar a uno de los tripulantes fallecidos (su
amante). Pero esa encrucijada es ficticia, nunca llega a existir. Zemekis
fuerza la situación para que Denzel quede como un gran hombre. Robert, hubiera
sido mejor haber hecho una comedia. Mi nota, un 6/10.
La película ligera se
digiere mejor.
Las
Sesiones es un film sencillo, entretenido y efectivo. Un ejemplo de que a veces menos es más. Cuenta
la historia de Mark O’Brien (John Hawkes), un periodista minusválido de 38 años
de edad con un pulmón artificial que pretende perder su virginidad con la ayuda
de un cura (William H. Macy) y una terapeuta sexual (Helen Hunt). Basado en un
artículo que escribió el propio O’Brien, la situación dramática de partida es
transformada en una comedia entrañable. Una lección de cómo lo trágico y lo
cómico beben del mismo pozo. Mi nota, un 7.5/10.
Una película que no está en
ninguna de las quinielas pero que se anunció mucho durante el verano en los
Estados Unidos fue Buscando un amigo para el fin del mundo.
Aprovechando el apogeo que estaban cogiendo aquellas noticias sobre la profecía
mayas y el apocalipsis (realmente, estas decían que habría un cambio de ciclo,
no una destrucción de la humanidad), sacaron esta película que nos pregunta
desde un principio, ¿qué harías con tu vida si te dijeran que toda la humanidad
va a morir con total seguridad en unas pocas semanas? Un asteroide colisionará
con la tierra y todos los intentos por evitarlo han fracasado. Ahora sólo queda
pasar el tiempo que queda como mejor elija cada uno. Y ahí nos encontramos a
aquellos apáticos que viven ese tiempo como un día cualquiera, como el caso de
Dodge (Steve Carell), que, abandonado por su mujer tras recibir la noticia de
la futura colisión, sigue yendo al trabajo esquivando la conmoción general y el
caos reinante. Otros, en cambio, viven esos últimos días aprovechando para realizar
aquello que siempre quisieron hacer pero nunca se atrevieron. Los últimos, en
cambio, se mueven por pasar los últimos minutos con aquellos que realmente les
importan. Y eso es precisamente por lo que lucha Penny (Keira Knightley), por
reunirse con sus padres en Londres. Ésta convencerá a Dodge para que deje atrás
su monotonía y vaya a buscar a su amor de la juventud. Según avanza su viaje,
estos dos personajes se darán cuenta de que lo único que les acabará importando
es estar el uno con el otro. ‘Buscando un amigo para el fin del mundo’ es, en
efecto, una película ligera, sin pretensiones y con bastantes clichés. Mi nota,
un 7/10
En el otro extremo tenemos a
una película pretenciosa y sobrevalorada. El lado bueno de las cosas
no es ni original, ni está bien estructurada, ni tiene ‘tan buenas
interpretaciones’ (el mejor, sin duda, Bradley Cooper). Es una película ‘normalita’ que, de no haber
movido hilos los todopoderosos Weinstein, hubiese pasado sin pena ni gloria. La
trama gira en torno a Pat (Cooper), un hombre que acaba de salir de una
institución psiquiátrica donde estaba internado para tratar su desorden
bipolar. Con la esperanza de recuperar a su esposa, a la que encontró en la
ducha con un compañero de trabajo al que, finalmente, dio una paliza, se pone
en forma e intenta superar esos estados violentos. En una cena con unos amigos,
conoce a Tiffany (una viuda que combatió el dolor de la pérdida a base de acostarse
con todos sus compañeros de trabajo), la cual se interesa (inexplicablemente)
por él y decide acosarlo. Ella convence a Pat para que la ayude a entrenarse
para un certamen de baile y para que participe como su pareja, a cambio, ella le
entregará una carta a la mujer de Pat, quien no puede acercarse a ella por una
orden de alejamiento. Al final, el baile acaba sirviéndole a ambos de terapia llevándoles
a enamorarse. Nada inesperado. Los puntos fuertes son la inclusión del número
musical y el cambio de registro que sufre Cooper, sobresaliente en su
interpretación. En cambio, sus grandes fallos de guión, la construcción
gratuita de personajes excesivos (y alguno de ellos, prescindibles
completamente), una Jennifer Lawrence que no cumple las expectativas (no es
creíble y mucho menos merece un Oscar), un De Niro flojo, poco convincente y con
exceso colirio, un gran número de gags manidos y situaciones forzadas nada
naturales (por mucho que nos lo quieran vender), hacen que mi nota sea un
6/10.
Por último tenemos,
Las ventajas de ser un marginado (‘The perks of being a
wallflower’), dirigida por Stephen Chbosky, quien también escribió el guión y
la novela. Chbosky, que debuta en el cine con esta obra, no ha sabido
sintetizar el texto que el mismo escribió y convertirlo en una historia fluída,
sino, más bien, en un relato denso, un bombardeo constante de información nueva
e irrelevante y una indefinición en cuanto a lo que quería realmente contar. La
novela y el cine son dos medios distintos, y si uno adapta y dirige su propia
obra se corre el riesgo de no ser suficientemente valiente y objetivo. Para un
autor todo es relevante, es comprensible, pero se hace pesada. Si a eso sumamos
que utiliza recursos audiovisuales manidos que, en ocasiones, no funcionan,
clichés dramáticos, y su intento desesperado por dar profundidad a los
personajes de una manera inadecuada, hacen que esta ópera
prima se quede en un ‘lo que pudo ser y nunca fue’. ¿Alguien se cree
la diferencia de edad de los protagonistas? Demasiada inconsistencia. La
película cuenta el primer año en el instituto de Charlie (un Logan Lerman que
no me acaba de convencer), un chico de quince años con problemas mentales y de
excesiva timidez cuyo único amigo se suicidó el año anterior. Allí conocerá a
una pareja de hermanastros, Patrick (un fantástico Ezra Miller) y Sam (Emma
Watson), que estudian en último año, y que se convertirán en sus amigos. Como
no podía ser de otro modo, Charlie se enamora de Sam, cuya amistad hace que
cada vez vaya abriéndose más a los demás y saque a la luz la razón de sus
problemas emocionales. Lo mejor de esta película es, sin duda, la ambientación
de principios de los noventa que nos trae vagamente un aire de nostalgia, la
banda sonora y el musical que hacen los chavales del clásico ‘The Rocky Horror
Picture Show’ (y un cameo de Tim Curry) y el valor de realizar este film con un
presupuesto relativamente bajo, para lo que suelen ser esta clase de
producciones (13 millones de dólares por los 21 de ‘El lado bueno de las
cosas’). Mi nota, un 7/10.
La Marca España es un
invento de Rajoy para ensalzar el patriotismo barato.
Este año nos han querido vender la
idea de que nuestro cine está saludable y que gran cantidad de películas de
calidad estaban en el mercado. En una gala de los Goya repleto de discursos
reivindicativos, hay uno que destacó por encima del resto, el de Enrique
González Macho. No fue precisamente por el contenido social y crítica política,
como el de algunos compañeros y compañeras que se merecen mi más sincero
aplauso y apoyo, sino que el presidente de la Academia se quejó con un discurso
populista y demagógico bajo los lemas: ‘la cultura tiene que ser para todos/as’
y ‘otro cine es posible’, cuando su aperturismo brilla por su ausencia. El
señor González-Macho es un hombre chapado a la antigua que quiere mantener la
estructura tal y como estaba, y que
aquellos pocos privilegiados que vivían del cine lo sigan siendo. Valiéndose
del descontento general existente por un presidente del gobierno deslegitimado
en su cargo al incumplir su programa electoral (aquello por lo que fue elegido)
y que nos está llevando a la ruina y despojando de derechos bajo el lema: “la
culpa es de la herencia recibida”, lo que González-Macho busca es conseguir es
el inmovilismo. Y eso no nos conviene en absoluto.
De pronto vimos como películas como
Blancanieves fueron las grandes triunfadoras de los Goya y
se las pone como ejemplos a seguir. Cierto es que se trata de una película
relativamente arriesgada, pero que explota el éxito de ‘The Artist’ y de los
estereotipos de la España de tortilla de patata, flamenco y pandereta. Una
historia contextualizada en el mundo taurino, como si fuese algo de lo que
pudiésemos estar orgullosos. Además, y como ya avanzaba antes, que una película
que cuente con Mario Casas como protagonista (y pese a la presencia del siempre
excelente Antonio de la Torre) esté nominada y fuese una de las 3 preseleccionadas
pro nuestro país para competir en los Oscars, Grupo 7, no le
da mucha credibilidad a nuestro cine. El Artista y la
modelo, en cambio, es una película interesante que, hubiese pasado
sin pena ni gloria de no haber estado dirigida y producida por Fernando Trueba.
¿Tenemos realmente talento en nuestro cine? Sí, lo hay. Pero muchas veces las
mejores películas y profesionales no son aquellos más galardonados o
promocionados.
Un ejemplo de ello es
Lo imposible, una película sin pies ni cabeza articulada en
forma de sketches de sangre y sufrimiento en una historia
que se resume en una línea: los miembros de una familia estadounidense se
separan tras sufrir un tsunami y, entre el caos general, intentan volver a
reunirse. Punto y final. No es necesario apurar casi dos horas metiendo relleno
y forzar situaciones que no llevan a
ninguna parte. Juan Antonio Bayona ganó el Goya al mejor director con esta
película. Talento para la plasmar lo escrito en la pantalla tiene, eso es
indudable, pero su falta de personalidad y sus carencias en la construcción de
los discursos narrativos lo han llevado a que ninguno de sus largometrajes funcione.
Este señor dijo en Twitter lo siguiente: “Madre mía! Si hiciera caso
a los críticos que he leído hoy me perdería dos pelis estupendas! Flight y El
Lado Bueno de las Cosas.” Viendo el desbarajuste de película que ha
hecho, no me extraña que le encantasen estos dos despropósitos. Mi nota, un
5/10.
Depués tenemos ese cine que
se anuncia como más independiente. Es el caso de
Extraterrestre de Nacho Vigalondo de la que, sinceramente,
no tengo absolutamente nada bueno que decir. Nada. Falla en todos los aspectos.
Dos personajes excesivos que parece que estuvieran en ‘La hora Chanante’ (Cimas
y Areces), y todos ellos, en general, cuyas motivaciones no corresponden a sus
acciones. Situaciones forzadas, giros en el guión inverosímiles y gratuitos,
resolución de los conflictos de manera arbitraria,… Es, sin duda, una pérdida
de tiempo. La próxima vez me lo pensaré dos veces antes de ver una película del
señor Vigalondo, al que, a pesar de todo, creo que es un profesional necesario
y de gran talento. Mi nota, un 4/10.
Para terminar el artículo y, en vista
de que los premios Oscars son este fin de semana, voy a lanzar una pequeña
quiniela personal sobre algunas de las categorías.
*En cursiva aquellos nominados que creo
que más se lo merecen y subrayados aquellos que creo que
ganarán.
Nominadas Oscar 2013 a la Mejor película
Bestias del sur salvaje
El lado bueno de las cosas
La noche más oscura
Lincoln
Los miserables
La vida de Pi
Amor
Django desencadenado
Argo
Nominados Oscar 2013 a la Mejor actriz
Naomi Watts (Lo Imposible)
Jessica Chastain (La noche más oscura)
Emmanuelle Riva (Amor)
Quvenzhané Lawrence (Beasts of the Southern Wild)
Jennifer Lawrence (Silver Linings Playbook)
Nominados Oscar 2013 al Mejor actor
Daniel Day Lewis (Lincoln)
Denzel Washington (Flight)
Hugh Jackman (Los Miserables)
Bradley Cooper (Silver Linings Playbook)
Joaquin Phoenix (The Master)
Nominados Oscar 2013 al Mejor director
Haneke (Amor)
Spielberg (Lincoln)
Russell (Silver Linings Playbook)
Benh Zeitlin (Bestias del sur salvaje)
Ang Lee (La vida de Pi)
Nominados Oscar 2013 al Mejor guión original
El vuelo
La noche más oscura
Django desencadenado
Amor
Moonrise Kingdom
Nominados Oscar 2013 a la Mejor guión adaptado
Argo
La vida de Pi
Lincoln
El lado bueno de las cosas
Bestias del sur salvaje
Nominados Oscar 2013 a la Mejor película de
animación
Frankenweenie
Los piratas
Brave
Rompe Ralph
ParaNorman
Nominadas Oscar 2013 a la Actriz de reparto
Anne Hathaway (Los
Miserables)
Sally Field (Lincoln)
Helen Hunt (Las sesiones)
Amy Adams (The Master)
Jacki Weaver (Silver Linings Playbook)
Nominados Oscar 2013 al Mejor actor de reparto
Robert de Niro (El
lado bueno de las cosas)
Christopher Waltz (Django Desencadenado)
Tommy Lee Jones (Lincoln)
Alan Arkin (Argo)
Philip Sheymour Hoffman (The Master)
Nominados Oscar 2013 a la Mejor canción original
Los miserables
La vida de Pi
Ted
Skyfall
Chasing Ice
Nominados Oscar 2013 a la Mejor película de habla no
inglesa
No
Amor
Un asunto real
Kon Tiki
War Witch
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